vitoria. Ezker Batua tiene los días contados. Cada uno de los dos sectores que reflejan la fragmentación de este partido ha puesto sus demandas sobre la mesa en la antesala de una nueva ruptura que esta formación ya sufrió hace tres años, con un corte inicial mediante el que un grupo liderado por el exparlamentario vasco Oskar Matute abandonó estas siglas para fundar Alternatiba, hoy en día inmersa en la coalición Bildu.
Madracistas y aranistas airearon ayer sin empacho las debilidades de sus adversarios por controlar el partido progresista a través de ruedas de prensa, entrevistas radiofónicas y un cruce de comunicados críticos. Todo ello con el telón de fondo de las escandalosas negociaciones en Álava que llevaron a miembros de este partido a exigir dinero y puestos al PNV como contraprestación por los dos votos que hubiesen resultado decisivos para la reelección del jeltzale Xabier Agirre.
Pero la brecha entre sectores es más antigua. Se remonta al final de la etapa de EB como miembro del tripartito vasco, una salida del Gobierno autonómico que hizo mella en los siguientes resultados electorales de la formación y, por ende, en sus ingresos. Éste es, junto con el control de los órganos internos, el nudo gordiano que ninguna de las corrientes ha podido deshacer.
Los críticos con la gestión de Mikel Arana exigieron ayer la dimisión del coordinador general -311 afiliados firmaron un manifiesto- por, entre otras cuestiones, "destrozar" el partido o romper la "caja única" a través de decisiones como el cambio de número de cuenta bancarias donde recalaban los emulomentos percibidos desde el Parlamento Vasco -Arana es el único representante de EB en esta institución-, así como la visión favorable del aforado por unificar las cuentas y listas a través del mismo sistema empleado por Izquierda Unida en España. La decisión de Arana privó al portavoz de la Presidencia, Serafín Llamas -hombre de confianza de Javier Madrazo-, del control absoluto de la tesorería del partido, al perder los importantes ingresos del Legislativo, y limitó su capacidad gestora a las dotaciones percibidas por los afiliados y subvenciones. Así, los madracistas mantienen las llaves de la caja, pero gran parte del dinero ya no va a parar a este destino.
continuidad del coordinador Tras escuchar las exigencias de sus compañeros de partido, Arana ratificó ayer en los micrófonos de Radio Euskadi su intención de seguir al frente de la formación al menos hasta que la militancia se pronuncie en la Asamblea General convocada para el 12 de noviembre. Pero para entonces la supervivencia de EB en los términos y con los miembros actuales se antoja más que complicada.
El 1 de septiembre finalizará el plazo fijado para la reafiliación de la militancia en unos términos que los madracistas no comparten al considerar que EB perdería, entre otros aspectos, sus señas de identidad en beneficio de la disciplina unitaria de IU. Ante estas reticencias, la fecha en cuestión se prevé como punto de inflexión en el devenir de la formación progresista vasca.
Pero no habrá que esperar tanto para conocer el futuro de EB. El caldo de cultivo generado desde que el jeltzale Agirre destapara en el Pleno de Investidura las prebendas ansiadas por miembros del partido progresista ebullirá en la reunión que la Presidencia mantendrá mañana para analizar qué ocurrió y quiénes fueron los responsables, una cita que, además, pondrá fin al plazo otorgado por el coordinador general para que los implicados en la negociación con el PNV expliquen una actuación que dejó la Diputación alavesa en manos del popular Javier de Andrés.
Un día más tarde, el martes, el sector madracista ha convocado el Consejo Político -máximo órgano entre asambleas- al que Arana ya ha anunciado que no asistirá al no reconocer su legitimidad, dejando patente el reflejo de la división interna de los afiliados en los órganos internos que velan por el correcto funcionamiento del partido.
Así las cosas, fuentes de la militancia señalaron ayer a este periódico que vistos los últimos acontecimientos y el ritmo adquirido por las reivindicaciones de cada sector es "muy probable" que para el comienzo de las vacaciones estivales se conozca en qué términos se materializa una división que nadie cuestiona en EB.