Bilbao. El cisma en Ezker Batua alcanzó un punto de no retorno el 21 de mayo de 2010 con la decisión del sector liderado por Javier Madrazo de sustituir a nueve miembros del Consejo Político que se habían pasado a las filas del coordinador general, Mikel Arana, lo que dejaba a los madracistas en minoría en el máximo órgano entre asambleas. Muchas cosas han pasado desde entonces, la última, la polémica en torno a la elección del diputado general de Álava, con la supuesta exigencia de dinero y cargos por parte de dirigentes alineados con Madrazo.

En la escalada de reproches iniciada desde entonces, ahora han sido los miembros de EB que fueron sustituidos hace más de un año los que se han pronunciado. En un comunicado difundido ayer, vienen a decir que ellos conocían de sobra las "prácticas antidemocráticas" que han salido a la luz. Por ello, instan a abrir "vías de investigación para esclarecer los hechos ocurridos y adoptar medidas de depuración con independencia de los oportunos abandonos". Abandonos que incluyen al propio Madrazo y a su mano derecha, Serafín Llamas, quien supuestamente estaba al frente de la mesa de negociación que pidió puestos y dinero al PNV.

El escrito, firmado por Ana Tellería, José Ferrera, Arantza González, Iñaki García, Xabier Pombo y Marian Ferra, recuerda que la batalla judicial en la que se han embarcado "en busca de amparo" sigue su curso, y denuncian que "determinadas personas en EB priorizan intereses personales frente a acuerdos programáticos". "Es necesario poner límites a los abusos en lo interno", concluyen.

Mientras se agota el plazo de 48 horas que Arana dio el jueves a las dos junteras del partido en Álava, Merche Echezarreta y Nerea Gálvez, y a los negociadores oficiales con el PNV, Kontxi Bilbao y David Lozano, para que den explicaciones sobre lo sucedido en este territorio en las últimas y convulsas semanas.

dos reuniones Y se agota también el plazo para la celebración de la reunión de la Presidencia del partido que Arana ha convocado para el lunes y para el Consejo Político que un día después han programado los madracistas. Los unos no reconocen a los otros como órgano competente para tomar decisiones o para sancionar a quienes pidieron dinero y puestos en la Administración a cambio de sus votos, y así, como ya anunció Kontxi Bilbao, la escisión es un hecho.

Lo será ya de forma definitiva cuando el 1 de septiembre finalice el plazo para la reafiliación impulsada por Arana y que el sector de Madrazo rechaza alegando que entregará los censos de la formación a Izquierda Unida. En ese momento, la Ezker Batua oficial estará formada sólo por aranistas, o al menos por quienes no comulgan con los afines al anterior líder de la formación.