tegucigalpa. La Comisión para la Verdad y Reconciliación (CVR) dijo ayer que lo ocurrido en Honduras el 28 de junio de 2009 fue un golpe de Estado contra el poder Ejecutivo, dándole razón al derrocado Manuel Zelaya, que fue sacado por la fuerza del poder. El guatemalteco Eduardo Stein, presidente de la CVR, divulgó ayer el informe "Para que los hechos no se repitan" y que constituye la relatoría de lo que ocurrió antes, durante y después del golpe de Estado que sacó del poder a Zelaya. Los que impulsaron la salida de Zelaya del poder señalaron que lo ocurrido fue una "sucesión constitucional", ya que el Parlamento unicameral destituyó a Zelaya y el entonces titular del Congreso, Roberto Micheletti, asumió el Poder Ejecutivo, ante la ausencia de un vicepresidente.

El informe también señala que las elecciones de las que surgió electo el presidente Porfirio Lobo Sosa fueron "legítimas", ya que las mismas estaban convocadas un mes antes del golpe de Estado. Muchos gobiernos se negaron a reconocer a Lobo como mandatario, ya que consideraban que las elecciones fueron producto de un golpe de Estado.

La CVR concluye que el golpe fue la culminación de una grave crisis política y en especial de la confrontación de los poderes ejecutivo contra el legislativo y judicial y en la cual intervinieron las Fuerzas Armadas a favor de los segundos.

La CVR surgió del acuerdo Guaymuras, San José-Tegucigalpa, que fue negociado por el derrocado Zelaya y el presidente de facto Micheletti, bajo la mediación de la Organización de Estados Americanos (OEA) y el gobierno de Estados Unidos. El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, viajó a Honduras para estar presente en la divulgación del informe de la comisión, ya que la misma es avalada por el organismo continental.