NUEVA YORK. El ex director gerente del FMI Dominique Strauss-Kahn fue puesto ayer por la tarde en libertad sin fianza y vio levantado el arresto domiciliario al que se encontraba sometido en relación a los cargos de violación y agresión sexual que todavía pesan en su contra tras conocerse nuevas pruebas que afectan a la credibilidad de la presunta víctima.

Un juez del tribunal de Nueva York dictaminó que se le devuelvan a Strauss-Kahn los seis millones de dólares que depositó bajo fianza pero ordenó que vuelva a comparecer el próximo 18 de julio debido a que el caso "no ha terminado". A tal efecto, se ordenó que se retengan sus documentos de viaje para que no pueda volver a Francia. Strauss-Kahn se apresuró a dar las gracias al juez, que dijo que el "caso no está cerrado" y que no hay "ninguna prisa en pronunciar un veredicto" sino que se seguirá "examinando de la forma apropiada".

Durante la vista celebrada este viernes en el Tribunal Supremo del Estado en Manhattan, los fiscales reconocieron que hay ciertas dudas sobre la credibilidad de la demandante, Nafissatou Diallo, y manifestaron que no se opondrían a que el político francés fuera puesto en libertad bajo palabra. En una carta remitida a los abogados de Strauss-Kahn y al juez Michel J. Obus, los fiscales reconocieron que existen algunas lagunas en el relato de los hechos de la mujer y que ésta, natural de Guinea, reconoció que mintió al solicitar asilo así como cuando dijo que también había sido víctima de una violación en grupo en su país. Asimismo, según informa el New York Times, que ya adelantó ayer la inminente libertad sin fianza de Strauss-Kahn, la mujer también mintió sobre sus ingresos con el fin de conseguir la casa en la que vive y había declarado al hijo de un amigo, además de a su propia hija, como dependiente para poder desgravarla.

cambio de versión La mujer inicialmente dijo que tras ser agredida, esperó en un pasillo hasta que el ex director del FMI se fuera y ayer reconoció que limpió una habitación próxima y luego la de éste, que ya había salido, antes de informar a su supervisor sobre lo sucedido. El abogado de la mujer, Kenneth Thompson, defendió a su cliente y acusó a la oficina del fiscal de Nueva York de dar la espalda a una víctima de violación, si bien admitió las discrepancias en la solicitud de asilo y otros "errores" detectados por los fiscales. El letrado subrayó que Diallo no cambió "una sola palabra" de su relato de lo ocurrido y tachó de "mentira" el que hubiera una "relación consentida".