Con motivo del Día Mundial del Refugiado vino la pasada semana a Euskadi para participar en una mesa redonda sobre la defensa de los derechos humanos en Donostia y aprovechó para destacar el papel de la organización que preside en el Estado español.
Este año celebran su 50 aniversario. ¿El mundo es ahora un lugar mejor que hace medio siglo?
Solemos decir que el mundo puede ser un lugar mejor, pero que no se va a conseguir por sí solo. Éste el leitmotiv de nuestra campaña, que hace un llamamiento al activismo, a que la gente se involucre. ¿Si el mundo es ahora un lugar mejor? Se han alcanzado muchísimas metas: convención contra la tortura, tratados internacionales, convención de derechos del niño... No es solo mérito de AI, evidentemente, pero hemos contribuido a ello.
¿Pero?
No obstante, AI trabaja con víctimas, con personas. Aunque hayamos liberado a mil individuos de la tortura, a las víctimas de nuevos casos no les sirve de nada la experiencia de los mil liberados, hay que volver a empezar de cero y exigir justicia y reparación. La gente tiene derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación por los males que les han pasado como consecuencia de la acción de un gobierno.
¿Cómo trabaja AI?
De inicio, no nos creemos nada de lo que nos cuentan. Empezamos investigando lo que nos preocupa, en general una labor que llevada a cabo por profesionales. Luego, llega el turno de pasar a la acción. No sirve de nada tener un informe sesudo que quede olvidado en una vitrina.
¿Y luego?
Pasamos a la acción: presión a las autoridades, a las empresas, a los medios de comunicación, presión también sobre los ciudadanos para que estos temas se extiendan por su entorno. Buscamos que los temas que nos preocupan lleguen lo más lejos posible y conseguir los cambios que buscamos.
En su informe de 2007 afirman que, en el Estado español, la tortura es una práctica "constante y extendida". ¿Sigue siéndolo?
Cabe apuntar una cosa: la tortura no es sistemática en España. Es decir, no nos consta que por parte de las autoridades exista una actitud deliberada para torturar a los detenidos. Lo que sí seguimos viendo es que se siguen registrando numerosísimas denuncias por tortura. Y sí, a 2011, las torturas en España son motivo de preocupación para AI. Creemos que el Estado no siempre está dando los pasos adecuados.
¿Cuáles serían esas acciones inadecuadas?
Por ejemplo, no es posible que el régimen de incomunicación se siga manteniendo bajo las condiciones actuales. Tampoco los procesos de investigación son siempre lo rigurosos que debieran ser y es verdad que muchas medidas que podían ser correctoras de todo esto no se llevan a cabo. Esto puede producir que haya agentes que en un exceso de celo puedan extralimitarse en el uso de la fuerza con los detenidos.
¿Las condenas que el Estado español ha recibido de Europa por no investigar supuestos casos de tortura son para ustedes una especie de 'te lo dije'?
Sí, pero no solo para nosotros. El relator de la ONU sobre la tortura o el comité contra la tortura de la misma institución también hacen las mismas declaraciones: hacen explícitas las mismas recomendaciones y muestran su preocupación por los mismos temas que nosotros.
Siguiendo con la política penitenciaria española, ¿cómo ve AI el tema de la dispersión?
Creemos que es completamente positivo que el preso cumpla su pena lo más cerca posible de su lugar de residencia. No se puede crear una pena adicional para la familia con el hecho de la dispersión de los encarcelados, el preso es preso aquí o en Huelva.
¿Y el nuevo escenario político abierto en Euskal Herria?
Todo proceso siempre se ha de hacer con respeto a todas las víctimas. Todos tienen derecho a la verdad, a la justicia y a una reparación, hayan sido víctimas de abusos por parte del Estado o por una organización o grupo armado. No puede haber ningún proceso de paz, ni aquí ni en ninguna parte, en el que se niegue el derecho de las víctimas a estas tres cosas.
Un discurso duro...
Puede parecer duro, sí, pero las víctimas de vulneraciones de derechos humanos ya han sido víctimas, no se puede cargar sobre sus espaldas todo el peso del perdón. Es decir, no estamos de acuerdo con que a las víctimas, además de ser víctimas, les toque tragar. Por lo demás, cualquier proceso de paz en sí es positivo, es esperanzador que cualquier tipo de conflicto pueda acabar.
Con las víctimas del franquismo podría haberse dado un cierre en falso... No obstante, consideran que la Ley de Memoria Histórica no salda la deuda que el Estado español tiene con las víctimas.
No solo eso. Además, tenemos la Ley de Amnistía de 1977, que en muchos de sus artículos está en contra de normas internacionales. Los crímenes contra la humanidad no pueden ser olvidados. Todas las personas que hayan cometido estos crímenes deberían poder ser perseguidas por el Estado.
ALFONSO LÓPEZ BORGOÑOZ
PRESIDENTE DE AMNISTÍA INTERNACIONAL ESPAÑA
"El mundo puede ser un lugar mejor, pero no va a cambiar por sí solo"
sus frases
"La tortura en España no es sistemática, pero el Estado no siempre da los pasos adecuados"
"Las víctimas ya han sido víctimas, no podemos cargarlas con todo el peso del perdón"