madrid. El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que, aunque el PSOE "sufre", hay "razones bastante objetivas" y de "interés general" para concluir la legislatura, ya que son necesarias las reformas en marcha para asentar la recuperación y crear empleo.
En el pleno del Senado, Zapatero respondió al portavoz del PP, Pío García Escudero, quien describió a un Ejecutivo "sin pulso y en fase terminal" y un panorama de "descomposición política, económica y democrática" y le garantizó que España puede afrontar sin problemas un adelanto electoral y un cambio de Gobierno.
Para Zapatero, las razones que aconsejan continuar con la legislatura son "bastante objetivas, bastante razonables y tienen que ver con el interés general", aunque García Escudero le instó a ser consciente de "la imagen tan impropia y tan lamentable que España está dando al mundo".
Frente a sus críticas, Zapatero destacó el proceso de reformas iniciado en 2009 para modernizar la economía, desde el sistema financiero hasta el mercado laboral, y subrayó los esfuerzos de consolidación fiscal y la reforma de las pensiones.
También en clave económica, el PP anunció que no votará a favor de la convalidación del real decreto ley de reforma de la negociación colectiva que el Gobierno lleva hoy al Pleno del Congreso, pero abrió la puerta a una abstención en lugar de votar en contra, despejando así el camino para que el texto sea ratificado, aunque sea con los 169 votos del PSOE.
El portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso, comentó en rueda de prensa que su formación cuenta ya con la mayoría suficiente para ver convalidado el decreto. Es así porque CiU también anunció su abstención y el PNV también parece decantarse por esa opción, aunque sigue negociando con los socialistas.
La portavoz del primer partido de la oposición en la Cámara Baja, Soraya Sáenz de Santamaría, proclamó que España necesita una reforma de la negociación colectiva, pero no la que el Gobierno llevará al Congreso y que, según subrayó, no cuenta con el acuerdo con empresarios y sindicatos, que son los que tienen que aplicarla.
Por su parte, CiU avanzó que se abstendrá en la votación de convalidación de esta iniciativa, que se tramitará como proyecto de ley y a la que se podrán incorporar propuestas de los distintos grupos. "Oponernos a la tramitación sería tanto como oponernos a la propia reforma que siempre hemos reivindicado", apuntó el portavoz de los nacionalistas catalanes, Josep Antoni Duran i Lleida.
También el PNV, a través de su portavoz en el Congreso, Josu Erkoreka, dejó claro ayer que a priori no respaldará hoy en el Congreso el real decreto sobre la negociación colectiva. Supeditó su apoyo a que el Gobierno se comprometa "por escrito" a renunciar a la primacía de los convenios estatales sobre los autonómicos.