el cairo. El Ejército sirio comenzó ayer el asalto de la localidad de Yisr al Shugur (noroeste), donde el pasado día 6 murieron 120 personas, y que se ha convertido en refugio de los detractores sirios, coincidiendo con una nueva jornada de represión, en la que murieron al menos 23 manifestantes, según una ONG. El Ejército sirio, apoyado por tanques, lanzó una ofensiva en Yisr al Shugur, en la provincia de Idleb, y en las poblaciones de los alrededores, después de acusar a elementos terroristas sin identificar de la muerte, el pasado lunes, de 120 personas. Sin embargo, los grupos opositores sirios niegan la existencia de grupos armados y sugieren que el asalto de esta zona del noroeste se debe a la deserción de varias unidades del Ejército que se han unido a los manifestantes. Esta información no se ha podido constatar independientemente, debido al control informativo del régimen.

Los grupos opositores se apoyan en la aparición de varios vídeos de oficiales del Ejército sirio en el canal de televisión Al Jazeera, que han anunciado su deserción y han condenado la represión contra los ciudadanos. Unos vídeos cuya veracidad, no obstante, pone en duda el aparato informativo del régimen.

La preparación de este ataque, que ha durado varios días, extendió el miedo entre los habitantes de esta zona, fronteriza con Turquía y al menos 3.000 refugiados han cruzado la frontera con el país vecino, según fuentes oficiales turcas.

En el asalto de Yisr al Shugur, campos de cultivo y zonas de bosque resultaron quemadas, por el Ejército según la oposición y por grupos terroristas, según la televisión siria, que desmonta y desmiente las informaciones de la oposición o la ofrecida por otros medios, especialmente por Al Jazeera.

'viernes de los clanes' Mientras continúa el asalto militar, decenas de miles de manifestantes volvieron a salir a las calles en numerosas ciudades tras el rezo musulmán del mediodía para pedir la renuncia del presidente sirio, Bachar al Assad, en una nueva jornada de protestas bautizada como el Viernes de los Clanes. Los manifestantes corearon gritos como El pueblo quiere la caída del régimen en ciudades como Damasco, Qamishly, en el noreste; Deir al Zor, en el este; Alepo y Latakia, en el noroeste; Hama y Homs, en el centro, y Deraa en el sur, entre otras.

No obstante, la televisión estatal, que hizo un seguimiento continuo de la jornada, informó de que sólo se produjeron algunas concentraciones limitadas tras la oración.

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 23 personas murieron como consecuencia de la represión en la que, tal y como denunció el grupo opositor Sham las Fuerzas de Seguridad dispararon desde helicópteros para intentar dispersar a los manifestantes en Maarra al Neeman.

En su página web, el observatorio informó de que diez personas fallecieron en la provincia de Idleb, en el noroeste, donde se encuentra Yisr al Shugur, nueve en la región de Latakia, también en el noroeste, dos en el barrio Al Qabun, en Damasco y otras dos en Basra al Harir, en el sur. Sin embargo, la página no ofreció más detalles sobre las víctimas.

Por su parte, la televisión estatal informó de que varios miembros de las fuerzas de seguridad de Maarra al Neeman murieron o resultaron heridos en un ataque de grupos terroristas armados contra una comisaría, en el que emplearon armas, bombas y dinamita.