BARCELONA. En el momento de la llegada de la policía, poco antes de las 7 horas de este viernes, en la plaza había 400 personas acampadas, aunque después no se ha permitido entrar a nadie, a la espera de que los trabajadores municipales limpien la zona.
El objetivo es que retiren todo tipo de objetos contundentes que puedan resultar peligrosos de cara a la celebración del sábado de la final de la Champions League en Canaletes.
Así, quieren que para este sábado no queden en la plaza bombonas de butano, carpas, palos, neveras y otros objetos que los concentrados han ido acumulando en estos 11 días que llevan de protesta.
Los trabajadores de la limpieza se han llevado algunas tiendas de campaña instaladas en la hierba cercana de la fuente, además de ordenadores, impresoras, pantallas, palés y maderas, según ha podido comprobar Europa Press.
Por el momento, solamente se han vivido algunos momentos de tensión cuando los concentrados han barrado el paso a los camiones de la limpieza que trataban de acercarse al lugar.
150 SENTADOS Para dar apoyo a las 150 personas que han quedado en el centro de la plaza tras la llegada de los agentes, se han movilizado más de un centenar de 'indignados' que desde fueran gritan consignas críticas: "Barcelona Neta no colaboréis" y "Esta es su democracia" y que están organizando una sentada.
Esos 150 han permanecido todo el tiempo sentados con las manos levantadas y aplaudiendo, en actitud pacífica, a la espera de que concluya la actuación policial.
300 agentes de Mossos y la Guardia Urbana se han desplegado en la zona, apoyados por un helicóptero policial.
A la misma hora, los Mossos y la Policía Local de Lleida han actuado en la acampada de esta ciudad en la plaza Ricard Vinyes, en el centro de la zona alta, también para facilitar la actuación de las brigadas.
Unas 40 personas que estaban acampadas permanecen concentradas en el lugar y una de ellas ha sido trasladada a comisaría por la policía catalana tras algunos enfrentamientos.