vitoria. Si en Madrid, el ruido de sables crece por momentos en la familia socialista según se acerca el trascendental cónclave de mañana, en Euskadi, el PSE contempló ayer una nueva irrupción mediática de su presidente, Jesús Eguiguren. Considerado por muchos dirigentes de su formación como un verso libre en materia de pacificación, el político guipuzcoano fue más allá al pedir al lehendakari y secretario general de su partido, Patxi López, un cambio de rumbo en su política para lo que queda de legislatura.

Al contrario que López, que el pasado martes evitó hacer autocrítica a la hora de valorar el descenso de votos que su formación ha experimentado en las elecciones forales y municipales, Eguiguren entonó el mea culpa e instó al lehendakari a tomar la iniciativa. En los pasillos del Parlamento Vasco, el dirigente del PSE no tuvo reparos en atender a las preguntas de los periodistas y en abordar el panorama que se presenta ahora tras los resultados del 22-M. Y, aunque el político guipuzcoano descartó que López tenga que presentar la dimisión -como la víspera le pidió el presidente del EBB, Iñigo Urkullu-, sí que le apremió para que tome la iniciativa. Es más, le advirtió de que debe cambiar su política "radicalmente", tanto en los aspectos relacionados con la pacificación como en las posibles alianzas.

Destacó que hace dos años se sabía cómo iba a evolucionar la política vasca, por lo que, a su juicio, "no hubiera estado mal adelantarse a los acontecimientos". "De la misma manera que, en su día tocamos el cielo electoral porque la gente vio que hicimos todo lo que pudimos para la paz, esta vez nos han castigado un poco porque, sin tener culpa nosotros, se ha visto que estábamos en contra porque había recursos y resentidos por lo que pasó la otra vez", explicó antes de defender que "hay que cambiar radicalmente la política" del Gobierno Vasco.

Sobre los acuerdos que se van a empezar a negociar a partir de ahora para gobernar las instituciones locales y forales, Eguiguren fue claro. A su juicio, tras los resultados del 22-M debe primar "el sentido común y la experiencia, que apuntan que el PSE y el PNV tendrán que hacer pactos pensando en cómo lograr la estabilidad y en que Bildu todavía tiene que demostrar algunas cosas". Por ello, insistió en que, en estos momentos, "lo más conveniente es hablar con el PNV y lograr el mejor acuerdo posible", aunque lanzó una advertencia: "Ocurrido lo ocurrido, puede haber muchas venganzas preparadas".

El dirigente socialista recordó que siempre ha apostado por el entendimiento con el PNV y destacó que apoyó el pacto con el PP que posibilitó la llegada de López a Ajuria Enea, porque era la única forma de llegar al poder: "Pero creo que, en la sociedad vasca, los elementos que dan una cierta lógica pasan por el entendimiento entre el PNV y el PSE. Aunque se peleen y hagan pactos unos contra otros, debería de haber un compromiso para hacer lo que mejor convenga para la estabilidad de Euskadi".

Eguiguren también destacó que, en la actual coyuntura, es importante que nadie salga dolido porque en el proceso de paz -continuó- se va a sentir marginado. "Creo que esto lo garantiza el PNV y el PSE porque ser del PNV o del PSE es una forma de ser vasco", aseveró el presidente del PSE, tras aclarar que no desprecia a formaciones como Ezker Batua, Aralar o Hamaikabat y, "mucho menos" al PP, al que situó en los acuerdos junto a los jeltzales.

pastor matiza, el PP censura Si Eguiguren es la cabeza visible del alma más vasquista del PSE, desde el sector oficial, José Antonio Pastor -también desde los pasillos del Parlamento- se mostró partidario de cambiar la política del Gobierno Vasco, incluidas algunas cuestiones relacionadas con la política antiterrorista. "Es evidente que en Euskadi hay un mapa político nuevo y que las elecciones han cambiado la situación política del país", destacó el portavoz de los socialistas vascos, que también incluyó a la irrupción de Bildu como una modificación a tener en cuenta. "Sobre los grandes proyectos de país, también sobre la pacificación, es importante abrir un periodo de reflexión sereno para abordar la situación en función de las nuevas circunstancias", apuntó.

Pero las palabras de Eguiguren no sólo tuvieron eco en su propio partido. Desde el PP, socio preferente del Gabinete López, Leopoldo Barreda censuró sus ideas y le pidió que "no enrede" en su pacto con el PSE. La suma PNV-PSE, dijo, "es una política que se prolongó muchos años pero que en ningún caso permite dar estabilidad en las instituciones que hoy están pendientes de acuerdo y pactos", por lo que advirtió a Eguiguren de que se conduzca con más "responsabilidad".