el cairo. Al menos 32 personas murieron ayer en Siria en una nueva jornada de protestas políticas que fue reprimida por las fuerzas de seguridad en una veintena de ciudades y pequeñas localidades de todo el país, según activistas de derechos humanos.
Razan Zeituna, una activista de los llamados Comités Locales de Coordinación, que recopilan la información sobre manifestaciones y la actuación policial, dijo que hasta última hora de la tarde la cifra de muertos alcanzaba las 32 personas.
Según esta organización, el mayor número de víctimas se produjo en suburbios de las ciudades centrales de Hama y Hams, con una docena de muertos en cada lugar. Entre estas víctimas se encontraban un niño de 11 años y un adolescente de 16, de acuerdo con los informes de los Comités Locales de Coordinación, que aportan los nombres de todas las víctimas mortales en la jornada de ayer. Además de las víctimas de Hama y Homs hubo cuatro muertos en un suburbio de Damasco, Berze, y el resto de las víctimas se produjeron en las localidades de Sanamein, 30 kilómetros al sur de la capital, y cerca de Deraa, próxima a la frontera con Jordania.
Las cadenas árabes Al Yazira y Al Arabiya, citando informes propios, elevaban la cifra de muertos a más de veinte. Todos estos informes obtenidos por activistas de la oposición y organismos de derechos humanos no se pueden contrastar por las restricciones oficiales impuestas por el régimen de Bachar al Asad a los periodistas. El régimen de Damasco ha impuesto un férreo control de la información, ha expulsado a varios periodistas extranjeros y ha detenido o prohibido trabajar a reporteros sirios que colaboran con medios internacionales.
Siria, al igual que en otros países de la región, viene siendo escenario desde mediados de marzo de una serie de protestas políticas que han causado un millar de muertos, la mayoría de ellos civiles y activistas de la oposición.