Bilbao. Que el pacto con el PP le pasará factura al PSE en las urnas, ya sea en mayor o en menor medida, parece garantizado. Negó su intención de editarlo durante la campaña electoral de las autonómicas de 2009, y difícilmente podrá compatibilizar su apelación a la clase obrera con su defensa de la entente con la derecha. Pero la alianza no quita el sueño a los populares. Antonio Basagoiti no dudó a la hora de defender sin complejos la unidad que ha posibilitado a la formación contar con un papel protagonista. Su partido sabe que es la llave para aspirar a instituciones como la Diputación alavesa, de acceso más complicado de no contar con el apoyo del socialismo, o el Ayuntamiento de Getxo, el único al que puede acceder en toda Bizkaia. La balanza se inclina a favor de las ventajas. Quizás por ello, según refleja el sondeo de CIES para DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, los votantes del PP valoran de modo más positivo la entente que las bases socialistas.

El pacto, en términos generales e independientemente del partido al que voten, es considerado negativo para el país por el 54% de los encuestados -sólo un 23% lo aprueba-. El 53%, además, cree que socialistas y populares extenderán su acuerdo a diputaciones y ayuntamientos tras las elecciones del día 22. Las diferencias entre la percepción del PSE y el PP son manifiestas. El 56% de los votantes socialistas aplaude la fórmula, mientras la cifra sube al 64% en los simpatizantes de Basagoiti. Entre quienes creen negativa la suma, los matices vuelven a florecer: un 18% del PSE la rechaza, mientras la cifra en el caso del PP es ligeramente inferior, con un 17%.

Además, por territorios, Álava, que muestra una importante presencia popular, se manifiesta, asimismo, menos escéptica con el pacto. Los que lo creen negativo no son mayoría, sino que representan al 46%. Sin embargo, solo un 31% lo respalda. Por edades, y en contra del tópico que ha tratado de alimentar el PSE en referencia a un PNV supuestamente rural y sustentado en el pasado, son los jóvenes de entre 18 y 35 años quienes muestran su mayor rechazo. Solo un 19% de los jóvenes de entre 18 y 25 años, y un 18% de los situados entre los 26 y los 35 años, avala la alianza.

Por otra parte, y en cierta relación con el pacto, los encuestados no terminan de ver con buenos ojos la labor de Patxi López al frente de la CAV. Los ciudadanos suspenden su proceder con un 4,24 sobre 10, al tiempo que el 58% cree que el Gobierno lo ha hecho "mal" o "muy mal", frente al 39% que lo avala. La valoración choca con la buena consideración de la que gozan las diputaciones gestionadas por el PNV, con un 57% que aprueba su proceder, frente a un 34% que lo censura.

El lehendakari solo aprueba a ojos de su propio partido y de sus socios preferentes del PP, así como de UPyD. No obstante, en los dos últimos casos lo hace por la mínima. Si bien sus votantes se muestran más generosos -con un 6,64-, a la hora de cotejar su opinión sobre el Gobierno vasco con el parecer que les suscita la actuación de las diputaciones no se observan grandes divergencias. Así, si un 77% da el visto bueno a Lakua, un 68% hace lo propio con los entes forales. Unas cifras que afean la apelación del PSE al cambio y a la supuesta ola de ciudadanos que reclamarían el desalojo del PNV de las instituciones que lidera.

Por otra parte, y en cuanto a la situación política, solo el 18% la cree "buena" o "muy buena", mientras un 79% la estima "regular", "mala" o "muy mala". Los más satisfechos vuelven a ser los socialistas, pero tampoco en su caso cunde el optimismo, ya que la cifra de complacidos se circunscribe al 39%. La decepción se ceba con Bildu, porque el 72% de su masa electoral percibe un contexto "malo" o "muy malo".