barcelona. El Parlament de Catalunya rechazó ayer admitir a trámite la declaración sobre la independencia impulsada por Solidaritat Catalana per la Independencia (SI). La iniciativa sólo obtuvo 13 votos a favor (los de SI, los de ERC y el del diputado no adscrito Joan Laporta), 49 en contra (PSC, PP y C's) y 71 abstenciones (CiU e ICV). Precisamente la postura abstencionista de los convergentes impidió que prosperara la declaración y el portavoz parlamentario de la federación, Jordi Turull, la argumentó diciendo que "la independencia es una causa muy noble", pero "por lealtad" a su programa electoral, CiU se marca que esta legislatura debe ser "la del pacto fiscal y no la de la secesión".
En el debate destacó la ausencia del president de la Generalitat, Artur Mas, y de casi todos los consejeros del Govern, lo que despertó las criticas la oposición en bloque. Todos los partidos, tanto independentistas como no independentistas, cargaron contra la "incoherencia" de CiU de apoyar las consultas soberanistas en más de 550 municipios catalanes, pero luego facilitar el rechazo a la declaración de SI.
Mas llegó al Palau del Parlament 47 minutos después de que en el hemiciclo se iniciase el debate y fue recibido por los manifestantes independentistas apostados frente a la Cámara con pitos y proclamas a favor de la independencia. Sin embargo, una vez dentro, Mas no acudió al hemiciclo para presenciar lo que quedaba del debate, sino que se refugió en su despacho hasta el momento de la votación.
posturas El diputado de SI Toni Strubell, encargado de presentar la proposición de ley, argumentó que la naciones "sin Estado no son nadie", por lo que la independencia "es el único camino viable para que Cataluña pueda afrontar su futuro con garantías".
PP y C's coincidieron en cargar contra CiU por permitir, con su mayoría en la Mesa del Parlament, que la Cámara debata una proposición de ley "manifiestamente ilegal", y acusaron a la federación de generar "inestabilidad económica en tiempos de crisis". La líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, que no estuvo en todo el debate, aseguró tras la votación que ayer fue "un día enormemente triste" para Cataluña, mientras que para el líder de C's, Albert Rivera, la ley es "jurídicamente infumable" porque, entre otras cosas, equipara al territorio catalán con Kosovo.
La secretaria segunda de la Mesa, Montserrat Tura (PSC), reconoció problemas de "encaje" de Cataluña con España que, a su juicio, merecerían revisar la Constitución, pero rechazó que sea una declaración independentista, que excluye "otras visiones de la organización del Estado como el federalismo".
La portavoz de ERC, Anna Simó, reclamó por su parte al presidente Mas que convoque un referéndum independentista si no prospera el concierto económico catalán, mientras el diputado de ICV-EUiA Jaume Bosch justificó la abstención de su grupo por ser una declaración independentista "poco rigurosa". Finalmente, el diputado no adscrito Joan Laporta acusó a CiU de "hacerle el juego al españolismo más rancio".