bilbao. Después del primer encuentro que el denominado Grupo Internacional de Contacto (GIC) tuvo a mediados de febrero en Bilbao, el ente abanderado por el sudafricano Brian Currin llevó a cabo el pasado sábado en Londres una nueva reunión en la que, entre otras cuestiones, los expertos en la resolución de conflictos perfilaron el proceso para comprobar si ETA ha cesado su extorsión a los empresarios a través del conocido como impuesto revolucionario.

En un comunicado fechado el 2 de abril, el GIC mostró especial atención en analizar si la banda tiene inactiva su forma habitual de recaudar dinero, un método que estaría en impasse, ya que dentro del alto el fuego general que la organización armada decretó el pasado 10 de enero se incluiría el cese de la extorsión.

El Grupo de Contacto, que se reunió una semana después de que la organización terrorista anunciara en un nuevo comunicado su disposición a someterse una "verificación informal", también adelantó que está adoptando un acercamiento progresivo para explorar distintos mecanismos que puedan ser empleados para la "verificación de otros aspectos del alto el fuego". En la escueta nota que el grupo liderado por Currin remitió a los medios de comunicación, los expertos en la resolución de conflictos también abordaron la situación judicial de Sortu tras el auto del Tribunal Supremo. Para los integrantes del GIC, el "interesante" voto particular de los magistrados discrepantes con la prohibición de inscribir a la nueva marca electoral de la izquierda abertzale en el registro de partidos -suscrito por siete de los 16 jueces encargados de determinar el futuro de esta formación- refuerza la idea de que todas las formaciones que rechacen la violencia "deben tener la posibilidad de participar en la vida democrática".

proceso de reconciliación El grupo liderado por Currin concluyó su análisis con una recomendación a los diferentes partidos políticos que actúan en la CAV, incluido Sortu. Para lograr un "exitoso" proceso de reconciliación, el Grupo Internacional de Contacto les instó a reconocer y empatizar con todo el sufrimiento padecido por las víctimas de la violencia.

La reunión del sábado en la capital británica tendrá su continuación a lo largo de este mes cuando Currin y el resto de integrantes al GIC regrese a Euskadi con el fin de reunirse otra vez con diferentes agentes políticos y sociales. El abogado sudafricano ha enviado a todos los agentes con los que dialogó en el pasado un escrito donde anuncia de forma pormenorizada los próximos pasos previstos por el Grupo de Contacto.