Vitoria. Con el futuro de Sortu pendiente de las decisiones y los plazos que fijen los tribunales, las miradas están puestas desde este fin de semana en Bildu, la plataforma que de momento integran EA y Alternatiba y que aspira a repetir alcaldías independentistas en 55 municipios vascos y navarros donde ahora gobierna la izquierda abertzale -42 ayuntamientos- o EA -13 consistorios- . Y, mientras sus promotores se esfuerzan en subrayar las diferencias que separan ambos proyectos, el PP aviva una vez más las brasas de la Ley de Partidos para quemar lo que ya considera la "marca buena de ETA"; el tan traído y llevado plan B con el que el MLNV buscaría no quedarse fuera de las elecciones sea cual sea la decisión que tome al final la Justicia española.

El parlamentario de Eusko Alkartasuna, Juanjo Agirrezabala, fue ayer el encargado de defender la credibilidad de Bildu y subrayar la distancia que le separa de los proyectos que fueron ilegalizados por su vinculación con ETA. Según subrayó, quienes conformen las listas electorales de esta plataforma tendrán que firmar un compromiso con el uso de las vías pacíficas y democráticas y la no utilización de la violencia; un decálogo ético que garantizaría que la coalición no es más que "un espacio político independentista de izquierdas que tiene a los derechos humanos como base", que busca "aglutinar" fuerzas abertzales, pero que en ningún caso es el plan B de nadie, y menos de ETA.

La presentación de este nuevo proyecto cosechó un puñado de valoraciones en el campo socialista que no pasaron de oscilar entre la esperanza por que Bildu ayude a "normalizar" la vida política vasca, y el pretendido desinterés. En la primera postura se movieron los alcaldes de Vitoria y San Sebastián, Patxi Lazcoz y Odón Elorza, quien en todo caso volvió a ir un paso más allá al lamentar la situación en que la exigua mayoría alumbrada por el Tribunal Supremo ha dejado a Sortu. Mientras, el portavoz del PSE en el Parlamento Vasco, José Antonio Pastor, lideraba la segunda postura defendiendo que éste no es un debate que interese a la ciudadanía. Sin embargo, la cosa fue muy distinta en un PP que ya descarga sus baterías contra esta plataforma empleando toda la fiereza a la que la cercanía de la campaña electoral anima a sus estrategas. Así, el presidente de los populares vascos no dudó en exigir al Gobierno español que "cumpla"; que actúe "con todas las consecuencias" contra Bildu porque es "la marca buena de ETA".