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El PSOE pone fin a casi un año y medio de debate sucesorio
fernández vara no oculta que zapatero no debía optar a la reelección si tenía "dudas"
El líder socialista intentó frenar las declaraciones e insistió en que anunciaría su decisión cuando lo considerara oportuno
madrid. El mutismo que mantuvo hasta ayer José Luis Rodríguez Zapatero sobre su futuro, la pérdida de popularidad sufrida tras el duro plan de ajuste de 2010 y el nerviosismo por la proximidad de unas difíciles elecciones el 22 de mayo alentaron durante casi año y medio el debate sucesorio en el PSOE.
Aunque Zapatero responsabilizó a los periodistas de promover la controversia, inexistente, según sus palabras, dentro del partido, no han sido pocos los dirigentes socialistas que han alimentado el debate.
En enero de 2010 una encuesta publicada en un diario nacional señalaba que la mayoría de los españoles creía que no debería repetir y Patxi López y Tomás Gómez le animaron a decidirse cuanto antes, aunque los principales dirigentes del partido cerraron filas y, oficialmente, el comité federal del PSOE celebrado a final de mes no dedicó ni un minuto al asunto.
El único candidato para todos ellos era Zapatero, hasta que llegó mayo, el duro e inesperado plan de ajuste diseñado tras la quiebra griega y el desgaste continuo de los sondeos, en los que el PP ganaba terreno sin dificultades.
Poco a poco comenzaron las quinielas, hasta que en octubre Zapatero encumbró a Alfredo Pérez Rubalcaba a la vicepresidencia primera y desató los rumores.
Entre los dirigentes socialistas que optaron por no callarse destacó el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, quien en septiembre consideró que Zapatero no debería optar a la reelección si tenía "dudas" y este enero no ocultó que tenía tres candidatos si decidía no repetir: "Alfredo, Pérez y Rubalcaba".
Fernández Vara lideró la corriente que instó al líder del PSOE a desvelar su futuro para no convertir las elecciones municipales y autonómicas de mayo en un plebiscito sobre su figura, idea que respaldó también José María Barreda. El presidente castellanomanchego dejó claro que era partidario de limitar el número de mandatos y recordó que en su comunidad sólo se puede repetir una vez como candidato. Barreda repartió sus elogios a Rubalcaba y a Chacón, como hizo la secretaria de Política Internacional del PSOE, Elena Valenciano, quien aseguró que si hubiese primarias tendría "el corazón absolutamente partido".
Mientras, José Bono optó por no despejar dudas y no esconder las reuniones mantenidas con varios de los protagonistas en su despacho del Congreso.
El líder del PSOE intentó aplacar el torbellino de declaraciones en sus propias filas en la última reunión de la Comisión Ejecutiva Federal del partido, donde avisó de que no le asustaban las presiones e insistió en que comunicaría su decisión cuándo lo estimara oportuno.
Un grupo de manifestantes ante la sede del PSOE exigen la dimisión de Zapatero. Foto: efe