Donostia. Más allá de la celeridad de la decisión, no hubo sorpresa. Tras la vista oral celebrada el lunes y el martes, donde la Abogacía del Estado, la Fiscalía General del Estado y los impulsores de Sortu defendieron sus posturas, el Tribunal Supremo deliberó ayer y a última hora daba a conocer su veredicto: el Ministerio del Interior no registrará la nueva formación de la izquierda abertzale mientras el Tribunal Constitucional no corrija esta decisión.

El fallo, conocido poco antes de las diez de la noche, no contó con la unanimidad de los dieciséis magistrados, al anunciar el propio Tribunal que se darán a conocer tres votos particulares. Este hecho es insólito respecto a los anteriores siete procesos de ilegalización de formaciones de la izquierda abertzale.

De esta manera, la sentencia estima las demandas del abogado del Estado y del fiscal. Para el primero, Sortu "quiere aparentar que ha cambiado", pero sigue unida al mundo de la violencia, tesis que también sostuvo la Fiscalía al señalar que Sortu "no ha soltado amarras" con ETA, por lo que "está cometiendo un verdadero fraude de ley y un abuso de derecho" al considerar que "el hábito no hace al monje".

El veredicto, del que anoche se conoció tan solo el resultado, sigue la senda marcada por el ponente de la sentencia, Carlos Lesmes. La exposición que el magistrado conservador hizo durante más de dos horas fue, según fuentes jurídicas que citó la Cadena SER, "contundente" y "muy difícil de rebatir". Después fue el turno de cada uno de los quince jueces, que justificaron su posición hasta llegar a una votación de viva voz en la que cuatro quintas partes de los magistrados estuvieron de acuerdo.

A partir de ahora, los plazos que se manejan podrían alargarse hasta, como mínimo, los cuarenta días. En primer lugar, veinte para recurrir ante el Constitucional la decisión del Supremo y, después, otros veinte.

Si Sortu no presenta un recurso de amparo electoral ante el Constitucional -lo que agilizaría los trámites- y los periodos no se acortan de forma casi milagrosa, Sortu no estará en las elecciones de mayo al no haber podido registrar sus listas antes del 18 de abril.

proceso "cargado de garantías"

El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, hizo anoche mismo una primera valoración de urgencia en la cadena radiofónica del Grupo Prisa. Para el dirigente socialista, "ha funcionado el Estado de Derecho", motivo por el que dijo estar "muy satisfecho".

El ministro de Presidencia español, Ramón Jáuregui, apuntaba en una dirección similar antes de que se diera a conocer la sentencia. El socialista sostuvo que el proceso judicial sobre Sortu ha estado "cargado de garantías", por lo que entendía que "lo que el Tribunal Supremo diga será bueno". Mientras tanto, el vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, prefería ceder el protagonismo a la Justicia: "Es el momento de que hablen los tribunales, no el ministro".

Sin necesidad de ningún veredicto de los magistrados, el presidente del PP en Euskadi, Antonio Basagoiti, sentenciaba en la mañana de ayer que "todo el mundo sabe lo que es Sortu y lo que es Batasuna", por lo que lo que hacía falta era "que a los jueces les aporten todas las pruebas necesarias para tomar la única decisión normal que cabe: seguir avanzando por la paz y por la libertad". Para Basagoiti, "cuanto más Batasuna, menos paz".

"Estrategia desplegada" En otro sentido y con la vista puesta en el futuro próximo, el portavoz parlamentario del PNV y presidente del GBB, Joseba Egibar, cree que la izquierda abertzale "ya tiene desplegada toda una estrategia para estar en las elecciones", en alusión al documento de rechazo de la violencia que buena parte de sus candidatos ya habría firmado.

El dirigente jeltzale aseguró en ETB que "esta vez no va a haber voto nulo ni la izquierda abertzale va a dar consigna para que no se vote". "Por lo tanto, van a estar presentes".

Declaraciones que la concejal de la antigua ANV en Pamplona Mariné Pueyo certificó en otra cita. Según recordó la edil, "la izquierda abertzale ha dicho por activa y por pasiva que va a estar en las elecciones, y va a estar no solamente porque sea un derecho de todas las personas, sino porque consideamos que debemos dar respuesta a las peticiones que la sociedad nos está haciendo".

Otras posibilidades Ante la posibilidad de que no fuera bajo la denominación de Sortu, Pueyo declaró que "en breves fechas" darán a conocer "cuál es esa opción, pero no podemos decirlo porque se está trabajando en ello".

Tal y como adelantó este periódico el pasado sábado, esta fórmula pasaría por un acuerdo preelectoral con Eusko Alkartasuna y Alternatiba. Con esta coalición, las tres sensibilidades concurrirían conjuntamente a las próximas elecciones a ayuntamientos, Juntas Generales y Parlamento navarro. De todos modos, el fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, ya anunciaba, antes de que el órgano que él mismo dirige presentara la demanda ante el Supremo, que Sortu era "el mero intento de aparentar formalmente el cumplimiento de la ley para mantener a la desesperada la presencia de ETA".

De hecho, Conde-Pumpido iba más allá al asegurar que ya trabajaba con la Policía y tenía "pruebas documentales" de que la izquierda abertzale promovía un "plan B" que consiste en agrupaciones electorales y hasta un "plan C" que sería el de incluir miembros de la izquierda abertzale en un partido legal.

Currin y González, juntos El mismo día en el que la Sala Especial del Supremo deliberaba sobre el futuro de Sortu, el expresidente español Felipe González, el exministro de Defensa entre 1982 y 1991, Narcís Serra, y el abogado sudafricano Brian Currin compartían una mesa redonda en Estambul.

La cita, organizada por la Asociación de Industriales y Empresarios Turcos y en la que "colabora" el Instituto Cervantes de la ciudad del Bósforo, trató "sobre las relaciones entre individuo y estado y más concretamente sobre las cuestiones de derechos humanos, derechos democráticos y derechos de las minoría".

Antes de la cita, Currin, en declaraciones al diario Hürriyet Daily News & Economic Review, lamentaba la "muy desafortunada" decisión del Gobierno español de someter al filtro judicial la decisión de la legalización de Sortu, al tiempo que confiaba en que el Tribunal Constitucional diera luz verde a la inscripción de esta formación en el Registro de Partidos Políticos.