BILBAO. Bajo el lema "Ley de Policía-Acuerdo regulador. Negociación- imposición", la marcha ha partido pasadas las diez de la mañana de la Plaza Sagrado Corazón y ha discurrido entre pitidos y bocinazos por la Gran Vía bilbaina. A la altura de la Plaza Moyúa los manifestantes han tenido que detenerse ya que un viandante que se encontraba en las inmediaciones ha sufrido una caída y ha sido necesaria una ambulancia.
Una vez los equipos sanitarios se han hecho cargo del herido, un hombre de edad avanzada, la marcha ha proseguido sin incidentes hacia la Alameda de Rekalde para finalizar, prácticamente una hora después, ante la sede del PSE-EE, que se encontraba custodiada por varios agentes que vestían el nuevo uniforme policial.
Allí, los manifestantes, muchos de los cuales portaban caretas con la imagen del consejero Ares, han mostrado la cabeza de un cerdo al que han apodado "Dolfo" y han pedido su dimisión.
"Hoy es un clamor popular y un mensaje dirigido al Gobierno vasco y al consejero Ares de que o modifica su actitud con la Ertzaintza en la negociación o sino se tiene que ir. Ttiene que dimitir. Esto no puede seguir así", ha explicado el portavoz de ErNE, Roberto Seijo.
Las cuatro centrales sindicales acusan al Departamento de Interior de "no negociar e imponer condiciones con las que no estamos de acuerdo", a través del anteproyecto de Ley de Policía con la que se pretende, segun han explicado, quitar la segunda actividad por edad que estaba comprometida desde el año 1999.
Asimismo, los agentes dicen llevar 4 años sin convenio y ser los funcionarios "más castigados" por las reducciones salariales. "Estamos hartos de la forma y del sistema de trabajo en la Ertzaintza y por eso tiene que sentarse a negociar", han subrayado.
A su juicio, la manifestación de hoy tiene que ser un punto de inflexión para que el Gobierno vasco se siente a negociar con las centrales sindicales ya que de lo contrario, "los ertzainas van a seguir incrementando las medidas de presión para cambiar este tipo de actitud". "Por lo tanto, el Gobierno vasco y el lehendakari a la cabeza tienen que tomar una decisión sobre lo que está pasando aquí".