Vitoria. A sus 94 años, Celaya no dudó en desplazarse a Vitoria para hace presión en favor de unas normas que, convenientemente ordenadas, considera perfectamente aplicables en el siglo XXI.

¿Cuál es el objetivo concreto de su visita al Parlamento Vasco?

El Código Civil se supone que es el universo de todas las leyes civiles. Nosotros respetamos el ámbito que ese Código se ha reservado para sí mismo, pero hay un ámbito muy amplio de normas, casi todas consuetudinarias, que ha regido en los territorios forales. Esas normas son las que pretendemos desarrollar. Los catalanes, los aragoneses, los gallegos o los navarros ya lo han hecho, pero nosotros andamos un poco retrasados, y por eso vengo a meter un poco de velocidad a ese trabajo.

¿Cuál es el espacio que puede ocupar el Derecho Civil vasco tras treinta años de normas legales democráticas?

Treinta años después tenemos una conciencia nueva, distinta. Hasta la muerte de Franco, la idea de los civilistas españoles era unitaria, muy cerrada. El Derecho Civil vasco lo hemos tenido que sacar de entre zarzales, y los catalanes lo han cultivado durante más tiempo, quizá porque nacen de una situación mucho más separada de Castilla que la nuestra. No hay que olvidar que Bizkaia, Gipuzkoa y Álava durante toda la Edad Moderna y parte de la Edad Media estuvieron viviendo como unos apéndices de Castilla, aunque con una personalidad propia, con signos diferenciales muy importantes. Hoy día, el Derecho Civil vasco está en una situación penosa porque nos hemos preocupado de muchas otras cosas, sobre todo del Concierto Económico. Además, todos los licenciados en Derecho, hasta ayer, hemos sido licenciados en Derecho español, ni asomaba por ningún lado el Derecho vasco. Pero la culpa no es de nuestros padres, es de una situación en la que el centralismo se impuso de forma exagerada.

¿Cuándo comienza esa tendencia?

Sobre todo a partir de la publicación del Código Civil de 1888, porque antes, Allende Salazar, por ejemplo, que fue un personaje notable del siglo XIX, escribió en un artículo que había que reivindicar un código civil, más que vasco, vizcaíno.

¿Es compatible entender los derechos forales dentro de los territorios en el ámbito autonómico actual?

Tenemos la ilusión de hacer una Ley común, porque hay instituciones muy paralelas, las costumbres de Gipuzkoa tienen un gran paralelismo con Bizkaia, pero también con Álava. Hemos querido reconstruir esa realidad común de las tres provincias vascongadas, pues Navarra ya sigue su propio curso.