Madrid. Las cosas se ponen cada vez más cuesta arriba para el PSOE. El tiempo y las circunstancias corren en su contra y a un año de las elecciones generales parece difícil ya la remontada de unas encuestas en las que el PP ve cómo aumenta cada día más su ventaja sobre los socialistas en cuanto a intención de voto.

Ante este panorama, los socialistas comienzan a agitar el fantasma de la derecha para poner en guardia a un electorado hastiado por una situación económica que no mejora, por un Zapatero que no acaba de despejar su futuro político y por un Gobierno obligado a tomar medidas impopulares.

El vicesecretario general del PSOE y ministro de Fomento, José Blanco, arremetió ayer contra el PP por no tener un proyecto de futuro y consideró que la confianza que pide Rajoy para su programa es un "acto de fe", necesario para ver sus ideas y propuestas. En su opinión, a los populares "no les mueve el amor a España, sino el odio a Zapatero y al PSOE", y su prioridad no es ni la recuperación económica ni las políticas sociales, sino "ganar al PSOE". De ahí que la única esperanza de los populares sea que la gente del PSOE no vote, sostuvo Blanco.

Por su parte, el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, afirmó ayer que le "aterra" pensar qué haría el PP en caso de llegar al Gobierno dada la actual situación de crisis económica a nivel mundial y visto que se limita a esperar que el PSOE "caiga como fruta madura, pero sin proponer nada".

En un mitin celebrado en la localidad asturiana de Langreo ante varios centenares de simpatizantes, Jáuregui reclamó "confianza" en el PSOE que, subrayó, está ligado "a los grandes progresos y las grandes conquistas de este país".

Y es que, la confianza en el PSOE pasa por horas bajas. Según el último sondeo de Metroscopia para el diario El País, la ventaja del PP sobre los socialistas es de 15,9 puntos, es decir, un punto más que hace solo un mes. Un 44% del voto estimado es para los populares y un 28,1% para el PSOE. Estos nunca han tenido un resultado tan malo y nada hace esperar una remontada.

En este momento sólo un 45% de los votantes anteriores del PSOE están dispuestos a volver a apoyar a este partido. En parte porque la valoración de José Luis Rodríguez Zapatero no para de caer y cada vez son más los ciudadanos que consideran que debe despejar ya la incógnita sobre si se presenta o no a la reelección.

El 67% de los votantes del PSOE dice no confiar en el actual presidente y un 51% rechaza su gestión. Un 57% de los votantes socialistas asegura que debe anunciar que no se presenta antes de las elecciones autonómicas y municipales del 22 de mayo. De esa forma, el PSOE no sería arrastrado por la imagen de Zapatero y, además, los electores podrían movilizarse en apoyo a un hipotético nuevo líder.

Una de las últimas medidas adoptadas por el Gobierno, limitar a 110 kilómetros por hora la velocidad máxima, para ahorrar carburantes, es rechazada por el 69% de los ciudadanos, según el sondeo. Entre los votantes del PSOE el rechazo a esta medida alcanza un 57%.

Los ciudadanos no apoyan esta medida y ni siquiera le encuentran utilidad, porque el mensaje del Gobierno no ha calado en absoluto, y esa falta de credibilidad se traduce en que el 80% opina que no reducirá el consumo de energía y el 71% que tampoco disminuirá los accidentes de tráfico.