donostia. Los firmantes del Acuerdo de Gernika, entre los que se encuentran EA, la izquierda abertzale histórica y Aralar, denunciaron ayer que tras el alto el fuego de ETA "el Estado ha continuado aplicando una política represiva que sólo trata de poner palos en las ruedas a una situación sin vuelta atrás".
Las organizaciones que comparten este acuerdo celebraron en San Sebastián un acto multitudinario para presentar 300 nuevas adhesiones al que acudieron dirigentes de los partidos firmantes como Rufi Etxeberria y Tasio Erkizia, Pello Urizar, Patxi Zabaleta o Oskar Matute.
En el acto se leyó un texto en el que los integrantes del Acuerdo de Gernika critican la actitud del Estado que, a su juicio, "ha tratado de ignorar el nuevo escenario" mostrando así su "nula voluntad de colaborar a que la política se abra paso en una situación de ausencia de violencia".
A su juicio, el alto el fuego declarado por ETA es un "paso positivo y de indudable valor en el proceso que lleva a Euskal Herria hacia un escenario de paz y normalización política", pero, según apostillaron ha de ir acompañado de "otros que han de darse por el conjunto de los agentes interpelados en el Acuerdo de Gernika" para poner en marcha "un proceso democrático con garantías".
Los firmantes reiteraron su compromiso para trabajar por "una solución dialogada" que permita crear una situación que responda a las "ansias" de la sociedad por llegar "a la paz definitiva", en la que todos los derechos de todas las personas se vean "respetados" y en la que todas las opciones puedan presentarse en "igualdad de condiciones".
En este sentido, señalaron que el Acuerdo de Gernika constituye una "hoja de ruta hacia la paz". "Los agentes políticos, sociales y sindicales firmantes, la sociedad y las instituciones tenemos el deber de responder al momento histórico que vivimos con responsabilidad y altura de miras", concluyen.
Entre los 300 nuevos firmantes adheridos oficialmente desde ayer al Acuerdo de Gernika figuran diversos grupos locales, así como colectivos como Zutik, Euskal Komunistak-PCPE, Askapena, Ekologistak Martxan, Kontseilua y EHGAM, mientras que el apoyo internacional estuvo también representado por la Alianza Libre Europea y la Nueva Alianza Flamenca.