vitoria. Tras dos semanas de reuniones con las demás formaciones, Patxi López constató la "unanimidad" entre la clase política vasca al situar como objetivo prioritario el fin de ETA, aunque el camino que debe acompañar a este fin se aleja de las posiciones comunes. La creación de una mesa de partidos ha sobrevolado la ronda de contactos sin que Patxi López haya cambiado su parecer sobre esta alternativa que el lehendakari equipara a "una ventanilla para pagar un precio por dejar de matar".

Así lo manifestó en Lehendakaritza, desde donde insistió en su demanda a la izquierda abertzale para que rechace la violencia pasada, presente y futura de ETA, y sume a los pasos efectuados hasta la fecha una colaboración con las demás fuerzas políticas para allanar el camino que resta en la consecución del final definitivo del terrorismo.

En este contexto, López se preguntó por qué, al margen de rechazar la violencia "futura" de ETA, los dirigentes de la izquierda abertzale no solicitan ya, de forma clara, la desaparición de la banda armada. A pesar de esta lectura sobre los movimientos realizados por esta corriente ideológica, el lehendakari reiteró que deben ser los tribunales los que se encarguen de determinar si Sortu cumple las condiciones para formar parte de la clase política vasca legalizada.

Si la respuesta judicial avala la continuidad de la nueva marca, López mostró su disposición a reunirse con sus representantes. "Yo hablo con todas las fuerzas legales de este país", indicó.

En relación con esta postura, el PP consideró "razonable" la respuesta del lehendakari, aunque ante la misma pregunta, el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, mostró generosas dosis de cautela y optó por esperar a saber cuál es la decisión de los jueces para determinar si su partido estaría dispuesto a sentarse en una misma mesa con los representantes de la nueva marca de la izquierda abertzale. "Cuando hable la Justicia, entonces nosotros le contestaremos", respondió a una periodista.

Por otro lado, el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, afirmó también ayer que "no hay ningún dato que avale que puede haber un riesgo en estos momentos de escisión de la banda terrorista ETA", aunque tampoco es algo que pueda descartarse, al tiempo que declaró que el Ejecutivo vasco mantendrá las medidas de seguridad para proteger a las personas amenazadas por la banda armada a pesar del alto el fuego permanente porque la organización terrorista "no ha desaparecido definitivamente". "Seguimos con la guardia alta para que en ningún caso pueda producirse una relajación", concluyó.