Acaba de presentar su último libro "Síndrome Obama" y como columnista en distintas cabeceras de la prensa británica es un autorizado observador de las revueltas populares de Túnez, Egipto y del resto de los países árabes a los que está llegando el "efecto dominó".
Explotación económica y social, hastío con los regímenes dictatoriales... los motivos del inicio de las revueltas populares en el mundo árabe han sido enumerados en muchas ocasiones pero, ¿porqué se han dado en este momento?
La gente se estaba enfadando cada vez más y estaba rabiosa con la situación que estaban forzados a vivir. Mandaban dictadores apoyados por occidente y más pronto o más tarde se iban a levantar. Podría haber pasado hace cinco años o dentro de un año pero ha pasado ahora porque hay un montón de condiciones que presentaron esta ventana para estos levantamientos. Si tenemos en cuenta la crisis que desde 2008 afecta a Europa, imagínate el impacto de esa crisis en países como Túnez. Cuando aquella persona se prendió fuego a sí misma, prendió fuego a todo el país. Esto contagió a los egipcios y esto aún no ha terminado.
¿Son Túnez y Egipto países tan similares como para hablar de los dos en los mismos términos?
Hay diferencias y similitudes aunque Egipto, claramente, es un país más grande y tiene un rol más importante por ser el aliado de EEUU en la región. Pero tenían en común la demanda de librarse de un dictador y ahora de que lo han logrado. Ahora Estados Unidos está proponiendo como modelo a seguir a la transición española del franquismo a la democracia y va a intentar imponerla en estos países aunque va a ser mucho más difícil porque en Túnez y Egipto los partidos son muy débiles y deberán lidiar con el pueblo.
¿Le interesa en realidad a EEUU que se produzca este cambio?
Ellos estaban más contentos con el otro modelo porque era mucho más tranquilizador tener dictadores en esos países tan importantes porque así no tenían que preocuparse de lo que pensara el pueblo o lo que necesitara el pueblo. Vuelvo a España y Portugal porque son las dos últimas dictaduras del continente europeo. En Portugal más que transición fue una revolución por parte del ejercito y en España, EEUU pilotó la transición por lo que tuvo menos consecuencias. Me pregunto si serán capaces de hacer lo mismo en Marruecos, sur de Arabia y Jordania.
¿Cuál es el futuro a corto plazo de Túnez y Egipto y los posibles países en los que triunfe la revuelta?
En corto plazo creo que existen unas demandas claras por parte de la sociedad como son asentar unos derechos civiles y sociales, crear una constitución y un parlamento. En el caso de Egipto es el ejército quien está pilotando esta transición, no así en Túnez. De cómo se gestione depende el futuro a corto plazo.
¿Qué consecuencias pueden tener para el resto del mundo la desaparición de los regímenes totalitarios?
Las consecuencias fundamentales serán que EEUU y su principal aliado que es Francia ya no podrán controlar tan fácilmente las poblaciones, o por lo menos esa es la esperanza.
¿Cuales serán los siguientes países en unirse?
No hago predicciones pero en el libro Síndrome de Obama hay una pequeña parte sobre Yemen. Quién sabe, también podría ser Jordania o Bahrein donde la población tampoco quiere a su gobernante. Si estas revueltas se extienden a todo el Golfo, sería una verdadera preocupación para EEUU. Yo, en todo caso, tengo la esperanza de que las consecuencias van a ser positivas.
¿Cuál es el nivel de responsabilidad de occidente sobre la situación política del mundo árabe?
La responsabilidad de occidente de destruir el mundo árabe y crear estos pequeños estados independientes es muy clara. Occidente ha intentado dominarlo desde hace más de 150 años. Arabia Saudí e Israel fueron creadas por el Imperio Británico, después EEUU tomó el papel de Gran Bretaña. En Irán existía un gobierno democrático a principios de los años 50 pero fue derrocado por el gobierno británico. Los ingleses controlaron Irak hasta 1958, también Egipto hasta el 52. Los franceses hicieron lo propio en Siria y en el mismo momento que los sirios les expulsaron, crearon una franja de tierra y la llamaron Líbano. Después de la II Guerra Mundial, los americanos tomaron el papel de los ingleses y el movimiento nacionalista árabe consiguió la independencia de muchos de estos países como Egipto, Irak y Siria pero después de la caída del comunismo, EEUU volvió a tomar el mando y ahora la gente está luchando de nuevo por conseguir el control de estos países. Ahora occidente lo mejor que podría hacer es no hacer nada, no intervenir.
¿Qué papel ha tenido la juventud y las nuevas tecnologías?.
La juventud siempre está al frente de estos movimientos y las nuevas tecnologías ayudan, aunque tampoco hay que exagerar la importancia que han tenido. Es cierto que han ayudado pero otras veces sin ellas también se han logrado revueltas.
¿Es cierto, como mantienen algunos, que detrás de la revuelta hay un movimiento religioso islamista?
Sí que hay movimientos religiosos, igual que sucede en Europa. Lo que sucede -y es intolerable- es que lo que aquí se acepta para Europa no se acepta para el mundo árabe. Habría que plantearse hasta que punto los Hermanos Musulmanes son peores que aquí el Opus Dei. Se comportan de la misma manera y quieren influenciar al resto de la sociedad. Si en Europa hay partidos que se denominan demócratas y cristianos, ¿porqué no va a poder haber paridos demócratas e islamistas en el mundo árabe? Creo que la islamofobia que se ve a día de hoy en Europa va a crear una crisis mayor de la que las propias élites se esperan por lo que deberíamos combatirla claramente. En España y en Italia la iglesia tiene un papel muy importante en la política y sucede algo parecido en el mundo árabe solo que algunos intentan escaparse de esta influencia religiosa y, de hecho, lo consiguen. En EEUU sería imposible que un presidente dijera que es ateo, es el país más religioso del mundo.
el protagonista
carné de identidad
l Lugar y fecha de nacimiento. Lahore (Pakistán), 21 de octubre de 1943. Actualmente vive en Londres.
l Profesión. Escritor, director de cine e historiador. Ha publicado más de una docena de libros sobre historia y política mundial y cinco novelas. Su último libro, "Síndrome Obama", es una crítica a la política exterior del presidente estadounidense. Además escribe habitualmente para "The Guardian", "Counterpunch", "London Review of Books", "Monthly Review", "Z Magazine". Ali es, además, editor y asiduo colaborador de la revista "New Left Review" y de "Sin Permiso", y es asesor del canal de televisión sudamericano "Telesur".