vitoria. Sortu se ha convertido en uno de los pocos escollos que han suscitado dudas sobre la continuidad del pacto por el cambio en Euskadi. El primero llegó con el rechazo del PSE a apoyar una moción de censura contra el diputado general del Álava, Xabier Agirre. Entonces, los socialistas recordaron a su socio preferente que el territorio alavés y su control no formaba parte del documento consensuado en abril de 2009. El PP, por su parte, acusó a López de "faltar a su palabra" en un compromiso verbal no escrito.

La sangre no llegó al río y ambos partidos mantuvieron su alianza en las votaciones parlamentarias haciendo valer su mayoría en la Cámara vasca. El segundo escollo llegó cuando Zapatero ofreció al PNV un pacto que permitiera al Gobierno español sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado. El apoyo jeltzale resultó decisivo, ya que la ausencia del respaldo parlamentario hubiera provocado un adelanto electoral que, a todas luces, suponía la tumba política de las aspiraciones socialistas por seguir en La Moncloa.

El grupo del PP en el Parlamento Vasco advirtió entonces de que de fraguarse esta alianza, como así fue, podría "afectar" a la estabilidad a las "políticas de cambio" en Euskadi. Tampoco la advertencia llegó a mayores y López y Basagoiti mantuvieron su sintonía.

Ambos dirigentes se reunirán, al parecer, hoy en un nuevo encuentro dirigido a evaluar el estado de salud del acuerdo por el cambio, una cita en la que, a buen seguro, estará presente la influencia de una hipotética plancha de la izquierda abertzale histórica en los próximos comicios.