¿De vuelta a los noventa?
Un tal Pérez
por juan ignacio perez
Para valorar debidamente los resultados de la encuesta de Gizaker es preciso que la comparación con los resultados de 2009 se base en datos porcentuales que incluyen el voto a la izquierda abertzale ilegalizada en el cómputo de aquellas elecciones. De lo contrario, las tendencias de cambio en el sentido del voto quedarían mal reflejadas en el análisis.
Esta encuesta indica, en primer lugar, que se acentúa la concentración del voto en las grandes fuerzas políticas: las dos primeras acapararían el 61% del voto emitido. Y tres, -EB, EA y UPyD-, quedarían claramente por debajo del 5%, por no hablar de H1! o de Alternatiba, que quedarían como grupos marginales.
La izquierda abertzale, en conjunto, alcanzaría un 18"2% del voto, lo que se asemeja mucho al 17"7% cosechado por Euskal Herritarrok en 1998 (en plena tregua de ETA), que fue el mejor resultado de ese sector político en unas elecciones autonómicas vascas. Es significativo el hecho de que incluso con la antigua Batasuna en liza, Aralar mantenga, prácticamente, el mismo porcentaje de voto que hace dos años. Y es señal de que el sector al que representa tiene un sustrato ideológico diferenciado de la corriente mayoritaria.
El voto cosechado por los partidos que sustentan al gobierno pasaría del 41% al 37%, y ese descenso se debe a la pérdida de votos del PSE. El PP, no obstante, no parece beneficiarse del desagaste socialista (no al menos en la medida en que previsiblemente ocurrirá en las legislativas españolas). El PSE, quizás por el desgaste socialista general y quizás por el desencanto de algunos votantes con la actuación del Gobierno Vasco, pasa del 28% al 24"4%. No obstante, conviene recordar que este resultado seguiría siendo uno de los mejores cosechados por el PSE en su historia; solo en 2009 obtuvo un resultado mejor.
Finalmente, el PNV mejoraría ligeramente sus resultados; pasaría del 35"2% al 36"7%, y si se exceptúan las dos ocasiones en que se presentó en coalición con EA (43"4% y 40"7%) y las dos primeras elecciones autonómicas, anteriores a la escisión (40% y 43"7%), también obtiene el mejor resultado de las últimas décadas. Es destacable la gran fidelidad del voto jeltzale, voto que crece incluso tras haber perdido el principal resorte de poder y escaparate público.
Es muy probable que cuando se celebren las próximas elecciones autonómicas los resultados sean muy similares a los que arroja esta encuesta. Pero estos datos siguen siendo los de una encuesta, y además, no debe olvidarse que es muy fácil perder votos, pero quizás no tanto recuperarlos. Un partido que pierde el gobierno, pierde también su mejor altavoz y tarima, y eso dificulta de manera notable la penetración social de sus propuestas y actuaciones. Y lo contrario ocurre al que alcanza el poder.
Y para terminar, me referiré a lo obvio: las proyecciones de escaños indican que no habría posibilidad de gobierno que no incluyera al PNV en su seno como integrante único o socio principal. En otras palabras: la Comunidad Autónoma Vasca recuperaría, con estos resultados, la tónica política que la caracterizó durante la ya tan lejana década de los noventa. Da que pensar, ¿no es cierto?