Bilbao. Cuando está cerca de cumplirse el segundo aniversario desde que el Gobierno Vasco del PSE echara a andar, la maquinaria no acaba de ajustarse en el Departamento de Interior que dirige Rodolfo Ares. El constante ir y venir de cargos que ha sufrido la Consejería en lo que lleva de transcurrida la legislatura -inestabilidad de la que no se han librado los responsables elegidos por la actual cúpula de Interior- ha alcanzado un nuevo cénit con la destitución de los tres responsables de las comisarías territoriales de la CAV.
El comisario jefe de Bilbao, J. E.; el de Donostia, J. L.; y el de Gasteiz, R. A., deberán abandonar sus puestos en breve, decisión que ya les ha sido comunicada. El Departamento de Interior ya está manteniendo contactos con posibles candidatos a ocupar dichas jefaturas y, de hecho, ya se baraja que el actual responsable de la comisaría de Eibar, J. R. U., ocupe el puesto que ha quedado vacante en la ertzain etxea de Gasteiz.
Sin embargo, pese a lo destacado de esta remodelación, no se trata del único cambio relevante que ha tenido lugar en los pasados días. Así, también han dejado sus cargos el jefe de Seguridad Ciudadana, J. A., y el responsable de la Unidad de Protección, R. Z. Según ha podido saber DNA, en el primer caso el propio J. A. habría presentado su dimisión por escrito ante los responsables de Interior, que tendrían previsto destinarle a "una comisaría pequeña".
Tras una larga trayectoria ligada a la Unidad de Berrozi, el responsable de la sección de Protección, que tenía bajo su mando a 250 agentes -160 berrozis según la RPT y el resto ertzainas en comisión de servicios- también habría puesto su cargo a disposición de Ares tras no superar la primera ronda del curso de comisarios que ha acogido la Academia de Arkaute. R. Z. estaba muy bien considerado entre los agentes y los representantes sindicales, que destacaban su personalidad "dialogante". Según fuentes conocedoras de la situación, este continuo vaivén en los puestos de responsabilidad de Interior ha tenido como prólogo el amago de rebelión que protagonizaron hace dos semanas los cinco jefes de división de la Ertzaintza. Se trata de los responsables de Seguridad Ciudadana, Inspección General, Tráfico, Policía de lo Criminal y la División Antiterrorista y de Información, que vertebran el Departamento diseñado por Ares. Al parecer, todos ellos amagaron entonces con abandonar sus puestos, en los que les situó el propio consejero de Interior, en respuesta al malestar creciente que vienen padeciendo. Dicho malestar -que habría provocado la salida del hasta ahora jefe de Seguridad Ciudadana- tiene su origen en los plenos poderes de los que disfruta Joseba Bilbao, actual director de Gabinete de Recursos Técnicos, que "es el que decide todo". La sensación de los jefes de división de que "no pintan nada", unida a los constantes rumores de que podían ser relevados, provocaron este ultimátum a los dirigentes de la Consejería. El Departamento de Interior está barajando crear un nuevo cargo, el de subdirector de la Ertzaintza, que acompañaría al director, Antonio Varela.