bilbao. Los estatutos que alumbrarán la nueva marca de la izquierda abertzale ahora ilegalizada cumplen las expectativas de los firmantes que acompañaron a los representantes de esta corriente ideológica en el Acuerdo de Gernika. La satisfacción fue el denominador común entre Eusko Alkartasuna, Aralar y Alternatiba tras escuchar la exposición protagonizada por Rufi Etxebarria e Iñigo Iruin en el Palacio Euskalduna, como también compartieron su temor ante una nueva e "incomprensible" ilegalización que, de producirse, enmarcarían en un plano estrictamente ligada al interés electoral.

Desde el mismo escenario elegido para llevar a cabo la presentación del nuevo partido, el secretario general de EA, Pello Urizar, aseguró que ya no puede haber "argumentos jurídicos" para cerrar las puertas de los comicios a la izquierda abertzale histórica. En su valoración, destacó que además del "evidente" compromiso por las vías exclusivamente pacíficas y políticas, el rechazo a ETA recogido en los estatutos impide que los tribunales eviten la participación en los comicios de esta nueva formación, una hipótesis que, a juicio de Urizar, sólo respondería a "una razón política".

En este sentido, enmarcó el recurso que el Gobierno español presentará ante la inscripción del partido en que el Gabinete Zapatero "valora más la presión que le va a hacer el PP". Por parte de Aralar, Jon Abril secundó esta visión y advirtió de que el Estado tiene "muy difícil poner excusas" para no legalizar la nueva marca de la izquierda abertzale porque "no se puede decir más claro que no acepta ninguna violencia, tampoco la de ETA".

Según Abril, el enunciado estatutario evidencia la voluntad de "romper con el pasado" y actuar de forma única por los cauces políticos y pacíficos.

Oskar Matute (Alternatiba), por su parte, consideró que el Estado no puede tener la "desvergüenza democrática de mantener ilegalizada a la izquierda abertzale".