madrid. El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero quiere remarcar la idea en la comunidad internacional de que el alto el fuego permanente, general y verificable de ETA es insuficiente. Con ese objetivo, remitió un argumentario a las distintas embajadas españolas en el exterior tras producirse la declaración de tregua para que los representantes diplomáticos españoles en el exterior puedan contar con argumentos y contrarrestar, si fuera preciso, la campaña en el extranjero de los grupos que defienden los pasos de la organización armada, según fuentes de la lucha antiterrorista.
Estas mismas fuentes han precisado que la transmisión de esta nota se realizó a través del Ministerio de Asuntos Exteriores que dirige Trinidad Jiménez. Se trata de un canal de comunicación que el Gabinete socialista mantiene activo con el objeto de ofrecer su visión en materia antiterrorista siempre que sea necesario o cuando algún país pida algún tipo de explicación, ya sea en cuestiones como la declaración de alto el fuego u otros aspectos más concretos como operaciones policiales o resoluciones judiciales. De este modo, el Ejecutivo español trata de tomar medidas para contrarrestar los intentos del entorno de la antigua Batasuna de "internacionalizar el conflicto" implicando a agentes internacionales. El principal objetivo es relajar posibles interpretaciones demasiado optimistas, según la visión de Madrid, tal y como ya se ha podido observar en algunos medios de comunicación extranjeros.
Precisamente la pasada semana, el rotativo Financial Times publicaba en su edición impresa un artículo sobre el alto el fuego en que vaticinaba que "esta vez puede ser distinta" a las anteriores al tiempo que pedía al Gobierno de Zapatero "manejar la política con cuidado" y recomendaba el acercamiento de los presos de ETA a cárceles vascas.
"Madrid no puede seguir criminalizando a cientos de miles de vascos que quieren la independencia", indicaba el citado artículo. No obstante, las fuentes consultadas no han precisado si la labor didáctica del Ejecutivo socialista también se ha ampliado a los medios de comunicación. Actualmente, la izquierda abertzale ilegalizada centra gran parte de sus esperanzas de internacionalización en la labor del mediador sudafricano Brian Currin, artífice de la Declaración de Bruselas que a finales de marzo solicitó a ETA un alto el fuego permanente y verificable. Se trataba de un documento firmado, entre otros por la Fundación Nelson Mandela y por varios premios Nobel de la Paz, quienes además exigían al Gobierno español compromisos a cambio de ese alto el fuego de la organización armada. Tras la respuesta de la banda a esta declaración, Currin regresará a Euskadi próximamente para iniciar sus trabajos al frente de un Grupo de Contacto Internacional, compuesto por un reducido grupo de personalidades europeas.
El Gobierno español, en concreto el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, siempre ha cerrado la puerta a esta posibilidad de aceptar cualquier tipo de verificación internacional. Su postura ante la comunidad internacional coincide con aquella primera valoración en la que el titular de Interior aseguró que el alto el fuego de ETA no es la noticia que la sociedad "desea".