vitoria. Los denominado presos críticos viven el escenario abierto tras el último comunicado de ETA desde la prisión de Nanclares, donde sus principales portavoces cumplen condena reagrupados y separados de sus excompañeros del oficialista EPPK (Colectivo de Presos Políticos Vascos), que les considera traidores a la causa porque desde hace más de una década rechazan públicamente la estrategia armada de ETA. Sin embargo, ni estas duras críticas, ni los "insultos" y las actitudes "sectarias" con las que parte del MLNV les ha castigado a ellos y a sus familiares han conseguido acallar su voz, que ahora levantan al margen de la doctrina del EPPK para insistir en los "pasos" que a su juicio se deben dar en la construcción de un proceso "irreversible" hacia un escenario definitivo de paz y reconciliación.
Así lo reclamaron hace un mes desde las páginas del GRUPO NOTICIAS en la primera entrevista que concedieron como colectivo de "Presos Comprometidos con un Proceso de Paz Irreversible", y así lo vuelven hacer ahora en Argia, donde insisten en las mismas reivindicaciones: ETA debe "hacer oficial" su decisión de bajar la persiana definitivamente, y quienes han provocado "dolor" en su nombre deben "reconocerlo" ante sus víctimas para avanzar hacia ese escenario de "convivencia" que está por construir.
un camino propio Para lograrlo, apuestan por el cumplimiento íntegro del Acuerdo de Gernika, suscrito entre otros por Aralar y la propia Batasuna. Como recoge este texto, además de ahondar en la demanda de que ETA admita "unilateralmente" que ha llegado el momento de abandonar la violencia, solicitan también al Estado que dé pasos como acabar con la dispersión para facilitar así el debate natural de todos los presos y la proyección pública de sus conclusiones; dos claves que, a su juicio, serían las verdaderas "llaves" capaces de abrir un nuevo tiempo.
De cara al futuro, este grupo de presos -que lideran antiguos dirigentes de ETA como Joseba Urrosolo o Kepa Pikabea, y a los que se ha unido Valentín Lasarte, trasladado ya a Nanclares según se supo ayer-, señala que la "implicación" de los presos será clave de aquí en adelante como lo fue en Irlanda, donde ayudaron a cimentar los albores del proceso solicitando permisos de salida que utilizaban para abogar entre los suyos por construir la paz. En este sentido, reclaman que todos los presos que quieran expresar su rechazo de la violencia puedan hacerlo sin temor a ser castigados, como viene haciendo el propio Arnaldo Otegi, o incluso puedan pedir beneficios penitenciarios como, según subrayan, hizo recientemente la abogada Arantza Zulueta sin ser por eso condenada.
Asimismo, apuntan cómo pueden contribuir a la reconciliación social cuando, sobre la asistencia de las viudas de dos ertzainas asesinados por ETA al homenaje a Santi Brouard, asesinado por los GAL, se preguntan cuándo empezarán a darse pasos así desde el entorno del MLNV, antes de responder con un rotundo: "Nosotros estamos dispuestos".