vitoria. El anuncio de una querella del PNV contra Javier de Andrés por sus declaraciones en torno a los casos Miñano y Zambrana parecen no haber hecho mella en el portavoz del PP en las Juntas Generales de Álava, quien ayer declaró que la supuesta trama de cohecho responde a una "actuación concertada" por la cúpula del partido jeltzale.

En una intervención pública de hace dos semanas, De Andrés aseguró que el PNV alavés "ha cometido extorsión a empresarios, ha hecho un cobro fraudulento de dinero público y sus miembros del partido estaban actuando como espías de sus adversarios políticos". Estas acusaciones forman parte, según los jeltzales, de un intento por "menoscabar el buen nombre del partido y denigrarle ante los ojos de la sociedad".

Así las cosas, denunciantes y denunciado se reunirán en un acto de conciliación previo a la interposición de la citada querella, pero la nueva intervención protagonizada ayer por De Andrés no hace sino avivar las diferencias, a pesar de que en el seno del PP están convencidos de que la querella no llegará a los tribunales.

Según el candidato popular al sillón de la Diputación alavesa, el elevado número de personas vinculadas al PNV imputadas en la causa -un total de 16- le hace tener el "absoluto convencimiento político" de que estas actuaciones responden a una "decisión concertada dentro del PNV" y no a estrategias personales.

En esta misma línea teórica, De Andrés afirmó que la denuncia jeltzale busca extender una "cortina de humo" sobre las imputaciones judiciales para que los miembros de este partido puedan "convertirse en víctimas de sus propias fechorías". En este escenario, según el dirigente del PP alavés, el PNV ha optado por buscar un "enemigo externo" cuando, a su juicio, "lo tienen dentro" de su formación.