el arte de manejar conceptos para deslumbrar al oyente o al lector". Es la definición de la RAE de lo que comúnmente llamamos hacer malabarismos. La organización socialista revolucionaria vasca de liberación nacional, tal y como se autodefine ETA, ha demostrado dominar a la perfección este arte a la hora de elaborar sus comunicados. Sobre todo, aquellos en los que ha anunciado un cese -hasta ahora temporales- de su actividad armada, como el último hecho público esta misma semana con carácter "permanente, general y verificable". Conceptos que, sin duda, han deslumbrado más que clarificar el futuro de ETA y de la izquierda abertzale histórica.

Y es que la última y tan esperada declaración de la organización armada ha dejado muchos -por no decir todos- los interrogantes abiertos. Su contenido ha dado pie a múltiples interpretaciones, generando una vez más confusión y desconcierto. La pregunta es a qué responden estos últimos malabarismos. ¿Estamos realmente ante el principio del final de la violencia? ¿Tiene la dirección de ETA una voluntad sincera de abandonar la lucha armada, o simplemente se ha visto presionada o trata de calmar la ansiedad de los distintos sectores del MLNV?

El debate sobre el final del ciclo armado sigue abierto en este mundo. Extramuros, la paz sigue esperando. DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA se ha puesto en contacto con ex militantes de ETApm, ex dirigentes de HB y PNV, y políticos en activo con largas trayectorias en la política vasca. Iñaki Esnaola, Xabier Arzalluz, Txema Montero, Txiki Benegas, Xabier Gurrutxaga y Joxean Rekondo analizan el contenido del último comunicado de ETA y la situación que se abre a partir de ahora.

el comunicado

¿Por voluntad u obligación?

Todos ellos coinciden en que el comunicado es "positivo" y supone un "paso adelante" en la medida en que garantiza el cese de la actividad armada con "carácter general", que a su vez implicaría la ausencia total de violencia (atentados, kale borroka, extorsión, amenazas, etc.).

Los peros comienzan al interpretar el carácter "permanente" del alto el fuego. Sobrevuelan automáticamente los antecedentes de ETA, el más reciente el que en Barajas rompió de facto la última tregua.

"Yo creo que ETA no ha decidido el final de la violencia", sostiene el abogado y expolimili Xabier Gurrutxaga. A su juicio, y en esto coincide con el también abogado y ex dirigente de HB Txema Montero, la dirección de la organización armada no ha emitido su último comunicado por convencimiento propio, sino por la presión ejercida desde la izquierda abertzale histórica y los agentes internacionales firmantes de la Declaración de Bruselas.

"Esta declaración ETA no la hubiese querido hacer nunca, se ha visto compelida a hacerla, porque tiende a estar en una situación cada vez más difícil. Es decir, el campo de gravedad empieza a desplazarse cada vez más desde ETA hacia lo que pueda ser Batasuna, los apoyos de Batasuna y los firmantes de la Declaración de Bruselas", señala Montero.

La temporalidad de este alto el fuego queda en eviendencia en la declaración, según destacan Xabier Gurrutxaga y el exalcalde de Hernani, Joxean Rekondo (H1!), al condicionarlo la organización tácitamente al "proceso democrático".

En este sentido, Txema Montero, así como Txiki Benegas, advierten de que habrá una "resistencia lógica", en palabras del dirigente socialista, por parte de la organización armada, que hará que el proceso hacia el fin de la violencia "no sea lineal ascendente", indica Montero.

"ETA no acaba de ceder la primogenitura del MLNV a favor de la izquierda abertzale; le ha hecho una transferencia de las competencias políticas pero a tiempo parcial, es decir, por un tiempo determinado para saber si Batasuna es capaz de obtener la legalización o un buen resultado electoral a través de cualquier forma que se presente", sostiene Montero, quien añade que "si no se consigue esto o no hay avances ostensibles, ETA dirá ¿veis? sois incapaces de llevar a cabo las propuestas políticas vosotros mismos, seguimos siendo necesarios. Esto hará que el proceso no sea lineal, pese a pensar que estamos cada vez más próximos al final".

Por su parte, el abogado Iñaki Esnaola asevera que "sin lugar a dudas, ETA tendrá muy en cuenta lo que está ocurriendo en la izquierda abertzale" y, matizando algunos análisis, afirma que "está claro que ha habido una reflexión dentro de ETA, pero a una organización armada siempre le cuesta parar, porque luego cuesta mucho mover todo un engranaje complicado".

También el expresidente del PNV Xabier Arzalluz cree que ETA "no puede estar impertérrita" ante los movimientos que se están dando desde la izquierda abertzale histórica. Sin embargo, opina el exdirigente jeltzale: "En este momento, no hay ningún indicio para mí de que ETA va a sentirse obligada por todo lo que diga la izquierda abertzale o Pérez Rubalcaba para llevar una conducta o una política distinta a la que lleva. Y como yo no creo que a ETA la vayan a liquidar a golpe de Policía, como quiere Pérez Rubalcaba, apretado por el PP, pues para mí hay ETA para rato. Ahora bien, ¿qué hará? Pues no lo sé".

la verificación internacional

¿Necesaria o interesada?

En cuanto a la novedosa "verificación internacional" a la que hace alusión ETA en su última declaración, el ex miembro de ETApm Xabier Gurrutxaga se pregunta: "¿Qué tienen que verificar los verificadores? ¿En qué consiste una verificación de una voluntad de no atentar?". A continuación, puntualiza que esa expresión se trajo de Irlanda, pero en el caso irlandés se utilizó "para un supuesto distinto, que fue el desarme". A su juicio, en el caso de ETA, no habrá verificación de desarme porque simplemente "no hay arsenal", sugiere, al tiempo que concluye que la supuesta necesidad de verificar el alto el fuego responde en realidad "al interés de ETA de ganar credibilidad internacional".

El socialista Benegas coincide con Gurrutxaga y se alinea con Rubalcaba al afirmar que "el Estado democrático no tiene por qué aceptar verificaciones de ningún tipo". "Ese punto para nosotros no tiene ninguna significación específica", sentencia.

Por su parte, Rekondo coincide en el diagnóstico anterior y agrega que "corresponde a los representantes públicos de la sociedad vasca, no a imprecisos actores y expertos de la comunidad internacional verificar si ETA cumple las exigencias de la sociedad vasca" que se resumen en el "cese definitivo" de la violencia.

Para Txema Montero la verificación internacional tiene "importancia", porque "es lo que puede asegurar a ETA su final no catastrófico; no su final victorioso, pero tampoco catastrófico". "Cualquier duelo es más fácil acompañado y con personas de cierto relumbrón que sólo tú meditando encerrado en tu cuchitril. Por eso, tiene importancia que lo admitan, porque es un compromiso", añade. El exdirigente de HB concluye: en ETA "son conscientes de que tienen la última oportunidad para esta mediación".

tras el comunicado

¿La legalización?

Las próximas elecciones municipales y forales de mayo también pueden ser la última oportunidad de la izquierda abertzale tradicional para volver a las instituciones. Lo cierto es, como señalan la mayoría de los consultados por este periódico, que el comunicado del lunes no pone las cosas fáciles a este sector político.

"Tal y como se ha producido este comunicado se retrasa todo mucho. Creo que va a haber muchas dificultades para que estén en las elecciones". Así de claro se muestra el socialista Txiki Benegas al ser preguntado sobre la legalización de la izquierda abertzale histórica.

En el lado contrario: "Debiera legalizarse, pero desde el Estado español siempre acostumbran, cuando se termina la condición que se ha puesto, a poner otras dos más, así que ya veremos las que son", ironiza Esnaola. Mucho más directo se muestra Arzalluz: "Rubalcaba hará lo que le convenga; si le conviene que Batasuna esté en las elecciones, a pesar de que ETA no haya abandonado la lucha armada, te sacará fórmulas hasta de debajo de las piedras".

Si ETA no da el paso definitivo, la otra posibilidad es que la izquierda abertzale lo dé, que se desmarque de la organización armada y pueda ser legalizada. Este escenario es poco probable en opinión de Arzalluz y Esnaola. "Yo a la izquierda abertzale no le veo desmarcándose oficialmente de nada, es decir, le veo dando pasos, que es diferente", afirma el segundo. "No le veo a la izquierda abertzale desmarcándose públicamente de ETA", remata Arzalluz.

Por su parte, Txema Montero afirma con rontundidad que "en estas condiciones, sin que ETA retroceda y Batasuna siga presionándole, si ésta puede presentarse directamente o por fórmula interpuesta a las elecciones, yo le auguro un buen resultado electoral". El ex dirigente de HB está convencido de que en la izquierda abertzale oficial habrá la suficiente "sensatez y reflexión" como para pedir a ETA que dé pasos más decisivos y contundentes de cara a cerrar el ciclo de la violencia. "Yo creo que sí, yo creo que sí lo van a pedir", asevera.

....y el final de eta

Un proceso "lento y largo"

Las seis personas que han hecho posible este reportaje coinciden en que no hay que confundir los deseos (de paz) con la realidad. Y es que las expectativas que se generaron en torno al último comunicado de ETA sobre la posibilidad de que la organización declarase un cese definitivo de la violencia o su propia disolución no eran acordes con la realidad.

"Estos procesos dentro de una organización armada son lentos y no se dan vueltas de campana sin red, se hace todo despacio", subraya Esnaola, quien augura nuevos pasos por parte de ETA."Lo lógico es que se den más pasos todavía". Pasos que no tienen por qué ser una declaración de cese definitivo de la violencia. De hecho, es posible que ese comunicado no llegue nunca. "Puede que no lo veamos, pero sí en la práctica, que es mucho mejor. Comunicados se pueden hacer, uno hoy y mañana otro, eso no vale, valen los hechos. Y los hechos, en principio, apuntan hacia el camino de que esto se va a terminar". "Después de los pasos que se han dado hasta hoy, es tremendamente difícil dar marcha atrás", sentencia Esnaola, convencido de la irreversibilidad del nuevo escenario abierto sin violencia.

Por su parte, tanto Benegas, como Xabier Gurrutxaga confían en que la presión de la izquierda abertzale se impondrá sobre ETA. El abogado, natural de Ormaiztegi, hace suyo el símil del socialista Jesús Eguiguren sobre el final de ETA. "Habrá frenos en ETA y en determinados núcleos de la izquierda abertzale, pero la mayoría están convencidos y ahora toca vestir el muñeco de nieve, que se disolverá poco a poco, a través de una dinámica de disolución no expresada, sin comunicados".

Xabier Arzalluz también augura un proceso "largo" y afirma contundente que "habrá negociación" con el Estado español, "es lo que ha perseguido siempre ETA". "Mayor Oreja no deja de ser perspicaz. Yo no creo que estas cosas son casualidad. Aquí hay algo, está pasando algo especial", enfatiza. El ex líder jeltzale concluye temiendo que Zapatero o el PSOE caigan en la tentación de utilizar el final de ETA para ir a las elecciones de 2012 "con cierta posibilidad de mantenerse en el poder". "Sería triste alcanzar la paz por estos motivos, pero no lo descarto", zanja.