Vitoria. Iratxe Gaztelu-Urrutia, administradora junto a Ainhoa Bilbao y Araceli Bajo de la sociedad Kataia Consulting, en torno a la que giraba la presunta trama corrupta liderada por los miembros del PNV Alfredo De Miguel y Aitor Telleria, rompió ayer en el Parlamento Vasco el silencio que han mantenido hasta ahora los imputados por el caso Miñano. Mientras que las esposas de De Miguel y Telleria, Bilbao y Bajo, rechazaron comparecer en su día alegando la primera que no fue citada correctamente, y la segunda que se sentía indefensa jurídicamente, Gaztelu-Urrutia decidió presentarse ayer en la Cámara.
Lo hizo después de que el exviceconsejero de Cultura, Gurutz Larrañaga, acudiera al Legislativo pero rechazara declarar ante los parlamentarios "para no interferir en la causa". Gaztelu-Urrutia, esposa de Koldo Otxandiano, exdirector financiero del Parque de Miñano y también imputado, leyó un texto ante sus señorías en el que se acogía a su derecho a no declarar, pero en el que también reivindicaba su inocencia y entendía como legítima la investigación parlamentaria.
"He comparecido ante esta Comisión voluntariamente, no sólo porque sea una obligación ciudadana y legal, sino por respeto a esta institución y porque mi comparecencia significa una oportunidad de proclamar mi inocencia", declaró Gaztelu-Urrutia, quien sin embargo rehusó responder a los parlamentarios porque se vio en "la necesidad de elegir" entre su derecho a la defensa y el de la Cámara a indagar en las presuntas irregularidades.
En todo caso, negó ante la Comisión que tuviera relación alguna con el Departamento de Cultura del Ejecutivo, que fuera adjudicataria de ningún contrato del Gobierno Vasco y que prestara ningún servicio a esta institución.
En un tono respetuoso que contrasta con la indignación manifestada por otros imputados ante la convocatoria parlamentaria -además de afirmar no haber sido citados en tiempo y forma, aseguran que la Comisión no puede avanzar mientras siga pesando el secreto sobre el sumario- Gaztelu-Urrutia explica que sus únicos vínculos con la investigación son el ser socia y "administradora mancomunada" de Kataia.
"Consecuencia de ello, el 17 de marzo de 2010 se persona en mi casa la Ertzaintza, me detienen, registran mis objetos personales y estoy en los calabozos judiciales hasta que presto declaración", señala en su escrito. Gaztelu-Urrutia explicó, además, que recientemente ha solicitado el sobreseimiento de la causa "en lo que afecta a mí y a mi marido".