Bruselas. La mayoría de los partidos flamencos belgas se mostraron ayer a favor de aceptar al propuesta del mediador para reformar el Estado de Bélgica y poner fin a una crisis política por la que el país lleva más de 200 días sin gobierno.

Los democristianos del CD&V, los socialistas del SP.A y los verdes del Groen, son las tres formaciones flamencas que han dicho sí a la hoja de ruta presentada por Johan Vande Lanotte, el mediador nombrado por el rey Alberto II de Bélgica para desatascar la crisis belga.

Los nacionalistas flamencos de la N-VA, ganadores de las elecciones del pasado 13 de junio, guardaban ayer silencio, igual que los grandes partidos francófonos (los socialistas del PS y los centristas de la CDH).

La única formación francófona que se pronunció ayer, los ecologistas de Ecolo, se han alineado también a favor de la propuesta de Vande Lanotte como punto de partida para dibujar el nuevo Estado federal belga, que debería desbloquear las negociaciones para la formación de un gobierno.

La fórmula propuesta el lunes por Vande Lanotte a los partidos prevé instrumentos económicos para contentar a la próspera Flandes pero también compensaciones que puedan llevar a la deprimida Valonia a aceptar el nuevo modelo resultante. La propuesta prevé la cesión del 26% del IRPF belga a las regiones (Flandes, Valonia y Bruselas Capital), así como un nuevo esquema de financiación para la región de la capital, que asume gastos añadidos de los flamencos, así como de funcionarios extranjeros de la UE y la OTAN que trabajan en Bruselas pero no pagan impuestos en Bélgica. Otro elemento clave de la fórmula presentada por Vande Lanotte es la escisión del distrito electoral de Bruselas-Halle-Vilvoorde, en la periferia de Bruselas, uno de los puntos de mayor fricción entre unos y otros. Se propone que los francófonos (minoría) que viven en BHV puedan elegir su régimen lingüístico en el plazo de tres años pero que la elección de alcaldes siga en manos de la región de Flandes.

La CD&V flamenca consideró ayer la propuesta como "equilibrada" en cuanto a las concesiones previstas para unos y otros y la SP.A destacó la "idoneidad" de la escisión de BHV.

La falta de entendimiento entre los principales partidos del país, polarizados en flamencos en el norte y francófonos en el sur, ha provocado que Bélgica haya sobrepasado ya los 206 días sin gobierno.

La propuesta sobre financiación supondría reformar la Constitución, pero ayudaría a redefinir el sistema federal y permitiría a cada región (Flandes, Bruselas capital y Valonia) decidir el tipo del impuesto sobre las personas físicas, una vieja reclamación de Flandes, la zona con las rentas más altas.