Vitoria. Aunque hace apenas unos días el Parlamento Vasco apostó por mirar hacia adelante con respecto a EiTB, tras meses y meses de agria polémica, ayer le tocaba comparecer a su director general, Alberto Surio, para repasar al pasado inmediato. Se trataba de aclarar la supuesta imposición de un texto sobre el aniversario del Estatuto a una periodista de EiTB que ha levantado a ELA, LAB y la oposición en el Parlamento contra una dirección del ente que se siente "acosada", víctima de un "montaje" urdido a raíz de "un problema profesional" al que se ha dado un "alcance desproporcionado". El máximo responsable del ente acusó al PNV, en ese sentido, de llevar a cabo un "juicio sumarísimo" contra la dirección nombrada por Patxi López tras las últimas elecciones autonómicas.
Sin embargo, Surio admitió ayer que Juan Carlos Viloria, jefe del área de política de ETB, pudo haber incurrido en un error de "inexperiencia" al hacer unas acotaciones a la noticia redactada por la periodista, puesto que precisamente esa noticia sobre el aniversario del Estatuto era su primer encargo en el puesto de responsable de política de la televisión pública vasca.
Para Surio, que invitó a todas las partes a "recuperar el clima de confianza roto por un malentendido", siempre que haya una "voluntad recíproca" de hacerlo, las omisiones y añadidos al texto original de la redactora se ciñen al ámbito técnico. Para PNV, EA, Aralar o Ezker Batua, los retoques son "censura" y "manipulación" a cargo de un "opinador", según lo definió el jeltzale Luke Uribe-Etxebarria, como Juan Carlos Viloria.
En la comparecencia de ayer, Surio y Miguel Ángel Idígoras, director de ETB, dieron explicaciones también sobre el apercibimiento aplicado a dos redactoras, la que escribió la noticia y se negó a leer el texto modificado por Viloria, y la que difundió en la redacción que dichos cambios se habían llevado a cabo.
Según Idígoras, quien ratificó "como por coma" todas las críticas vertidas sobre parte de la plantilla de la televisión pública en una entrevista a un periódico, el apercibimiento supone una especie "toque de atención" que se adopta ante faltas leves. En principio se pensó en expedientar a las dos trabajadoras, la sanción prevista ante una falta grave o muy grave. En todo caso, y en vista de la polvareda que ha levantado la polémica con estas dos redactoras, Surio expresó su voluntad de acometer el diseño de un estatuto de redacción que regule las relaciones laborales en EiTB.