Vitoria. El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, dio ayer un sorprendente giro con una oferta de acuerdo institucional a las distantes relaciones que su partido ha mantenido en los últimos meses con los socialistas vascos, una falta de sintonía que contrasta con los puntos de acuerdo alcanzados entre jeltzales y PSOE en Madrid.
Desde el inicio de la legislatura autonómica, Urkullu y el lehendakari, Patxi López, sólo han mantenido dos encuentros oficiales que distan mucho de la fluida comunicación existente entre el presidente del EBB y el presidente del Gobierno español. En el primer caso, los puntos de unión han brillado por su ausencia, mientras que fruto de las conversarciones en la capital española, Zapatero logrará sacar adelante sus Cuentas para el próximo año -evitando así una derrota presupuestaria que a buen seguro le hubiera obligado a adelantar las elecciones generales- y los nacionalistas lograrán el desarrollo pendiente del Estatuto de Gernika, con materias de hondo calado como la transferencia de las políticas activas de empleo.
Ahora Urkullu, en contra de recientes voces de su mismo partido, aboga por refrendar con el PSE un pacto que profundice en el acuerdo de estabilidad institucional que ya se puso en marcha el pasado año, con una marcada estela procedente de Ferraz, y que hasta escuchar ayer al líder jeltzale en los micrófonos de Onda Vasca-Grupo Noticias, mostraba escasos visos de ser reeditado.
La oferta de Urkullu centra su punto de mira en la situación económica que padece Euskadi, de forma que se pueda emular el Pacto por la Moncloa por el que también apuesta el PNV para remar en la misma dirección y hacer frente a la severa crisis. Es la punta del iceberg bajo el que los jeltzales también muestran su afán colaborador para acabar con la inestabilidad de los retrasos en la derivación de proyectos de ley al Parlamento Vasco, tal y como ofreció ayer el líder del PNV en Bizkaia, Andoni Ortuzar, ante el retraso asumido por el Gobierno Vasco de una veintena de leyes que, según el calendario que presentaron hace un año, debían figurar entre la documentación parlamentaria antes de concluir este año o bien en el primer semestre del próximo ejercicio.
sin justificaciones En este aspecto, Urkullu rechazó que la inexperiencia o el excesivo optimismo reconocido por los socialistas sirvan de justificación ante esta demora generalizada de la proyección legislativa. "El PSE ha sido socio de coalición de gobierno en épocas anteriores con el PNV y EA; tiene, por lo tanto, en su propio acervo como PSE el conocimiento del funcionamiento de las instituciones y no puede refugiarse ahora en que 14 o 10 o 12 años fuera de la responsabilidad del Gobierno Vasco le lleven a una inexperiencia", expuso Urkullu.
La razón que explica la situación actual, según el dirigente nacionalista, es que los socialistas tras desplazar al PNV a tareas de oposición se presentaron "con una mezcla de arrogancia y de incapacidad que también se ha visto en las fugas que ha tenido el propio PSE". Todo un cóctel que tiene como resultado un "desgobierno absoluto", en opinión del presidente del EBB.
"muchas gracias, pero no" A la espera de que los socialistas respondan a la oferta de un acuerdo institucional, la portavoz del Gabinete López, Idoia Mendia, adelantó ayer su rechazó al brindis de Ortuzar para ofrecer la experiencia peneuvista en la consecución de leyes. "La experiencia que ofrece es la de cero de iniciativa política, más allá de lo identitario y de la ley de consulta", agregó la dirigente socialista.
En la defensa de la labor de su gobierno ante las andanadas por el retraso del calendario legislativo, Mendia destacó que el lehendakari ha respondido "casi cuatro veces más de lo que Ibarretxe respondió ante el Parlamento en su última legislatura. Por lo tanto, no, gracias, a su experiencia".
Desde este mismo partido, su portavoz, José Antonio Pastor, aseguró que el "único desgobierno que existe en Euskadi es el que tiene en su propio seno el PNV, y que su presidente es incapaz de superar, por falta de liderazgo".
En un comunicado enviado a los medios, el también portavoz parlamentario precisó que "la sociedad vasca asiste con verdadero asombro a los dobles discursos que, en días alternos, emanan del PNV, según cuál de sus dirigentes sea el que tome la palabra. Porque nos hemos acostumbrado a ver que un día Egibar desautoriza lo que dice Urkullu, y viceversa".