GASTEIZ. López ha presidido en los jardines de Ajuria Enea el primer acto oficial de los que se van a celebrar hoy en Euskadi con motivo del Día de la Memoria.
Al acto han asistido numerosas víctimas, representantes de asociaciones, los miembros del Gobierno Vasco y el director general de Apoyo a las Víctimas del Ministerio de Interior, José Manuel Rodríguez.
En su discurso, el lehendakari ha explicado que la celebración, por primera vez, de este Día de la Memoria es una expresión de unidad y de "reconocimiento colectivo del terror vivido y del sufrimiento padecido".
"Es la forma que tenemos de mirar atrás y recordar, porque no se puede olvidar si no queremos perder nuestra propia dignidad, los asesinatos, los atentados, los secuestros, las extorsiones, la amenaza y el ataque permanente a nuestra libertad", ha dicho.
Ha insistido en que recordar a las víctimas es dar sentido a su sufrimiento, porque si se olvida, si se borran de la memoria los asesinatos, el chantaje y el miedo pasados "parecerá que no han existido y el asesino dejará de serlo porque los asesinatos cometidos dejarán de tener huella".
El lehendakari ha recordado que uno de los objetivos que persigue el terrorismo es "anular, borrar las identidades de sus víctimas, convertirlos en una impersonal nómina de daños irremediables al servicio de una misión superior que solo entienden los asesinos".
Ha reconocido que la memoria "no salda la deuda, solo la hace presente" y se ha dirigido a las víctimas para decirles que su mirada y su "paciencia infinita" deben servir para recordar a todos lo que sufrieron y lo que "jamás puede volver a ocurrir".
"Un relato que abomine de las razones y justificaciones de los violentos para imponer el miedo y exterminar al que no se pliega a sus pretensiones, porque las víctimas lo fueron por no plegarse", ha sentenciado.
López ha inaugurado la escultura colocada en los jardines de la residencia oficial del lehendakari creada por Agustín Ibarrola dedicada a la memoria de las víctimas, una "silueta desnuda, clavada a la tierra, porque la memoria del terror va a quedar unida para siempre" al pasado de la sociedad vasca.
El lehendakari ha valorado que esa obra también representa "una persona de pié, desafiando al futuro y ofreciendo esperanza para el mañana".