vitoria. Los ecos del diálogo multipartito que este fin de semana han propuesto por separado el PNV y los firmantes del Acuerdo de Gernika se mezclaron ayer con las reacciones a lo dicho por una ETA que aún antepone la puesta en marcha de un foro de este tipo al anuncio de su decisión de poner fin a su actividad violenta de una vez por todas.
Ante la nueva coyuntura que se abre paso en la escena vasca, -los mediadores internacionales responderán esta semana a los últimos anuncios de ETA- ningún partido parece dispuesto a perder el paso, y ayer el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, no dudó en dirigirse al propio presidente español para pedirle que utilice lo que resta de legislatura para aprovechar "la oportunidad de profundizar en la normalización política y sentar las bases de un proceso de pacificación".
Para hacerlo, el líder jeltzale ofreció a Zapatero toda la "capacidad de interlocución" que puede tener su partido, tanto "en el mundo abertzale" como fuera de él, con la esperanza de que sea útil para promover un "diálogo multilateral" que desactive el actual bloqueo.
Urkullu confirmó que el lehendakari López y Zapatero ya conocen esta oferta que nace de la propuesta Ados porque se la hizo llegar a este último personalmente a lo largo de los contactos que ambos dirigentes mantuvieron durante la negociación de las políticas activas de empleo. En este sentido, el presidente del PNV dotó de gran relevancia a la respuesta que le pueda dar el presidente español, puesto que es él quien "tiene la sartén por el mango" en la búsqueda del fin de ETA, cuyas últimas declaraciones, así como la apelación que la izquierda abertzale le hizo desde Gernika, volvió a tildar de insuficientes por cuanto considera a ambas un mero "juego de escenificación".
contactos con el pse Por su parte, Pello Urizar prefirió celebrar una reunión discreta con la cúpula del PSE para compartir sus análisis de la situación actual y explicar a los socialistas qué pasos está dando EA en los últimos meses, especialmente tras la firma de su acuerdo estratégico con la antigua Batasuna.
Sea por las apelaciones públicas o por los contactos privados, el discurso público de los líderes del socialismo vasco parece empezar a tener espacio para pequeños matices.
El consejero de Interior, Rodolfo Ares, afirmó ayer que ya no duda "de la voluntad" de la izquierda abertzale de tratar de valerse únicamente de las vías políticas, aunque todavía instó en pedir a este colectivo que pase de las "declaraciones" a las "decisiones", y a EA, que mantenga su nivel de exigencia ante ETA, pues su alianza con Batasuna parece estar llevándole a "querer hacer política como si ETA hubiera desaparecido".
Más pesimista, Ares afirmó que la última entrevista concedida por ETA, además de intentar "aclarar" sus últimos mensajes, viene a confirmar "que no renuncian a seguir extorsionando, a captar miembros y a responder a lo que denomina agresiones", lo que no arroja ninguna novedad que merezca una respuesta. Otros dirigentes socialistas, desde el portavoz del PSE, José Antonio Pastor, hasta la vicepresidenta española, María Teresa Fernández de la Vega, compartieron este mismo discurso, como también lo hizo la portavoz del Gabinete López. Sin embargo, igual que Ares, Idoia Mendia también admitió que se aprecia "una pugna" entre las posiciones de ETA y las que actualmente impulsa la antigua Batasuna y que han hecho posible que este sector se plante ante ETA desde posiciones compartidas con Aralar, EA, Alternatiba y otras fuerzas sociales, plasmadas en un acuerdo que ayer Patxi Zabaleta reivindicaba como "un paso firme hacia la paz" que se da a pesar de que ETA siga mirando "hacia otro lado".
Incluso desde el socialismo navarro se aplaudieron estos avances, mientras que desde el PP vasco, su líder, Antonio Basagoiti se encastilló en la defensa de la aplicación de la Ley de Partidos y la "mano dura" como única vía, al tiempo que llamaba al resto de fuerzas a sumarse a esta estrategia y advertía a ETA de que sus únicas opciones son entregar las armas "o acabar como su amigo el mono Jojoy de las FARC", cuya vida se llevó por delante un misil enviado el jueves por el Ejército del Gobierno colombiano.