DONOSTIA. La izquierda abertzale tradicional y Eusko Alkartasuna acordaron el miércoles con Aralar un nuevo documento, en el que se comprometen a "cumplir y divulgar" una serie de postulados de cara a facilitar un proceso de paz y normalización política en Euskal Herria, como la petición a ETA de un alto el fuego "permanente, unilateral y verificable", y al Gobierno español la derogación de la Ley de Partidos. Las tres formaciones cerraron el acuerdo en la reunión que mantuvieron en la sede de Aralar en Pamplona, después de que la antigua Batasuna y EA aceptaran finalmente las propuestas presentadas por el partido liderado por Patxi Zabaleta. El texto consensuado sustituye al borrador inicial de ocho puntos elaborado por la izquierda abertzale histórica y EA hace unas semanas y filtrado a la prensa a principios de setiembre.
El nuevo documento, al que ha tenido acceso este periódico, está compuesto de tres folios bajo el título Acuerdo para un escenario de paz y soluciones democráticas, y su contenido podría presentarse públicamente mañana mismo por la tarde en algún punto "simbólico del país", como puede ser el Árbol de Gernika, según informaron distintas fuentes que han tomado parte en las conversaciones. Esta urgencia podría estar motivada por la proximidad del Gudari Eguna, que se celebra el lunes, 27 de septiembre, fecha con la que se especulaba sobre un nuevo gesto de la organización armada.
En la presentación del nuevo documento de estas tres fuerzas soberanistas, estarán presentes representantes de la izquierda abertzale ahora ilegalizada, de EA y de Aralar, así como de Abertzaleen Batasuna y de Alternatiba, que también han suscrito el texto.
Los firmantes del manifiesto, "abierto al conjunto de las sensibilidades de la sociedad vasca", reclaman a ETA la declaracion de un alto el fuego "permanente" y "verificable por la comunidad internacional", como es sabido, y que la decisión sea "unilateral". Precisamente, una de las condiciones mínimas en las que incidió Aralar para dar el visto bueno al texto era que éste plasmara la necesaria unilateralidad en los pasos que dé ETA, esto es, que el abandono de las acciones armadas no esté sujeto a ningún tipo de contraprestación.
La del miércoles fue la cuarta reunión a tres bandas que mantienen la antigua Batasuna, EA y Aralar en los últimos tres meses. El intercambio de documentos entre estas formaciones comenzó a finales de julio. Aralar hizo llegar sus propuestas a los dos impulsores de la convergencia soberanista, que sellaron su pacto el 20 de junio en Bilbao con la firma del acuerdo Lortu arte.
Según fuentes conocedoras de los encuentros, la izquierda abertzale tradicional y EA rechazaron inicialmente las aportaciones de Aralar. A partir de ese momento, la antigua Batasuna y EA elaboraron un borrador en respuesta a los documentos de Aralar, que ahora ha sido sustituido por el documento definitivo Acuerdo para un escenario de paz y soluciones democráticas, ratificado por la dirección de Aralar y cuyo contenido será sometido mañana por la mañana al visto bueno de la Asamblea Nacional que este partido celebrará en la capital alavesa.
"acuerdo incluyente" El nuevo documento tiene dos partes diferenciadas. La primera hace referencia a la pacificación. Concretamente, demandan a ETA y al Gobierno español "la toma de decisiones e iniciativas que permitan configurar un escenario de no violencia con garantías y de normalización política progresiva", tales como la declaración de un alto el fuego por parte de ETA y la derogación de la Ley de Partidos por parte del Gobierno español. Y otras medidas relacionadas con los presos y la política penitenciaria (acercamiento y liberación de reclusos gravemente enfermos), como "primer paso del camino hacia la amnistía".
Como introducción a la segunda parte del documento, los firmantes consideran que, "en el marco de un proceso, donde se haya consolidado un escenario de paz y normalización política suficientes", será "imprescindible" activar espacios de diálogo y negociación política.
Ese diálogo y negociación deberá regirse, subrayan, por los compromisos establecidos en los llamados Principios Mitchell. Los firmantes abogan, además, por un acuerdo "incluyente -aportación en la que también insistió Aralar- entre todas las culturas políticas del país, sobre el reconocimiento tanto de la realidad nacional vasca como del derecho a decidir, y el respeto a la voluntad popular democrática sobre el modelo jurídico-institucional interno, y sobre el tipo de relación con los estados, incluida la independencia". Asimismo, los firmantes destacan la necesidad de un "reconocimiento, reconciliación y reparación de todas las víctimas".
Los firmantes acuerdan trasladar este documento a agentes internacionales, así como a todas las formaciones políticas vascas. De hecho, éstas ya conocen el texto, que no cuenta con la adhesión del PNV, que ha preferido quedarse fuera del acuerdo argumentando que ETA debe dar el paso previo a cualquier iniciativa de este tipo. EB tampoco suscribirá el documento y así se lo ha trasladado a las formaciones del polo. Por su parte, PSE y PP no saben no contestan. El secretario general de EA, Pello Urizar, sigue esperando a que los socialistas fijen fecha para una reunión que, según aseguró, ya está apalabrada. Entre los agentes sociales, LAB se sumará, así como otros sindicatos aber-tzales, aunque de momento no hay confirmación. >dna