bilbao. Esperaban un comunicado de ETA con una respuesta más concreta a la "Declaración de Bruselas".
Ni el primer comunicado ni el segundo dicen aquello que creemos que es necesario para empezar a articular unos mínimos. El mínimo por parte de ETA tiene que ser llegar a una tregua permanente y verificable internacionalmente. Pero también tenemos claro que, por otro lado, tal y como la Declaración de Bruselas pedía, el Gobierno español se tiene que implicar. Hasta entonces, va a ser insuficiente todo.
No sé si se toman como una amenaza la reforma de la ley electoral.
Lo que hay que hacer es facilitar que el proceso se dé, pero aquellos que tras estos movimientos sólo ven una nueva situación que podría perjudicar la falsa realidad del Parlamento van a intentar poner todas las piedras en el camino para que el chiringuito no se les termine.
La izquierda abertzale sí tiene prisa por estar en las elecciones. Parece que tiene un partido preparado.
El acuerdo del Euskalduna era estratégico. El que quiera circunscribirlo sólo a lo que vaya a pasar en estas elecciones quiere, interesadamente, dejarlo en eso. Desde luego, la apuesta de la izquierda abertzale es tener su propio partido legal.
¿Tiene previsto qué es lo que va a pasar en las elecciones? Hablo del paso previo de qué listas permitirán.
Con las modificaciones que están planteando van a cerrar la puerta a cualquier chanchullo, aunque están perdiendo el tiempo porque no hay ningún interés de andar haciéndolos. La apuesta es seria y a largo plazo, y para eso hace falta estar dentro de la ley y jugar en todos los campos.
Veníamos de un verano donde se habían autorizado manifestaciones sin problema, y precisamente en la que están ustedes y otras formaciones es la primera que se prohíbe.
Cuando se quiere se utiliza la Audiencia Nacional. Se prohibió una manifestación cuyo lema ponía por delante los Derechos Humanos.
¿Cuál es la situación en NaBai?
Desde el acuerdo que cerramos con Aralar, ya dijimos que estaba abierto al resto de fuerzas. Hay que hacer el esfuerzo para que estén todas las fuerzas que ha habido, para que se integren los independientes e, incluso, si las trabas de Madrid desaparecieran, la izquierda abertzale.
