Madrid. Miles de guardias civiles se manifestaron ayer en Madrid al grito de Ya no tenemos miedo y No somos esclavos en demanda de mejoras laborales para los agentes, una protesta "histórica" a la que se sumaron los líderes de Izquierda Unida, UGT y CCOO.

La manifestación, convocada por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y la Unión de Oficiales (UO), que cifraron la asistencia en unas 20.000 personas, fue posible después de que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) revocara el jueves la decisión de la Delegación del Gobierno de prohibir la marcha.

La protesta -que se desarrolló en un ambiente festivo y sin incidentes- terminó ante la sede central de la Guardia Civil, donde tuvo lugar el único momento de tensión cuando los secretarios generales de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, fueron recibidos con gritos de "fuera, fuera". Ambos dijeron que respetan las opiniones discrepantes y mientras Toxo señaló que el acto "no tiene nada que ver con la huelga general del 29 de septiembre", Méndez aseguró que consideraba "un deber moral" acudir a la marcha.

En la cabecera de la manifestación, junto a los convocantes, había representantes de sindicatos de la Policía, los Mossos d"Esquadra y la Ertzaintza, así como de la organización Eurocop, que agrupa a los sindicatos policiales europeos.

Dos son las demandas principales de los guardias civiles que ayer se manifestaron: la equiparación de su jornada laboral a la de los policías y una reforma de la Ley de Personal que integre las dos escalas de oficiales, de modo que los agentes que proceden de la promoción interna no estén discriminados respecto de los que vienen de la Academia Militar de Zaragoza.

Tras la manifestación, el Ministerio del Interior hizo público un comunicado en el que reiteraba su voluntad de "seguir mejorando" las condiciones laborales de los agentes. Además destaco que desde 2004 se han mejorado las retribuciones de los agentes y sus condiciones laborales y profesionales.