kabul. El 40%de los electores afganos acudió ayer a las urnas para votar en los comicios legislativos, en una jornada electoral en la que perdieron la vida 42 personas en actos de violencia relacionados con la llamada al boicot de los talibán.

La Comisión Electoral Independiente (IEC) estableció originalmente 6.835 colegios electorales, pero renunció con antelación a la apertura de 1.019 de ellos por razones de seguridad, y las propias autoridades afganas reconocieron que carecen de presencia en nueve distritos. "Decir que la seguridad está garantizada son palabras mayores. Se han tomado precauciones, más que nunca, pero sigue habiendo una gran preocupación", dijo poco antes de la apertura de los colegios el jefe de la misión de la ONU en el país (UNAMA), Staffan de Mistura.

Los colegios cerraron sus puertas a la hora fijada, las 16.00 hora local, y la Comisión Electoral se felicitó por haber podido abrir finalmente el 92%, 5.355, de los centros previstos inicialente, pese al boicot talibán.

Los talibán, sin embargo, recurrieron desde primera hora a atacar con proyectiles o bloquear un total de 150 centros de votación, y las autoridades notificaron 63 incidentes de disparos con armas pesadas, 33 explosiones, el descubrimiento de 29 artefactos explosivos y 32 minas, y un ataque suicida frustrado.

En total, según datos del Gobierno, murieron durante el día por actos de violencia once civiles, tres policías, un militar y 27 supuestos insurgentes, mientras que 107 personas, entre ellas, 45 civiles, resultaron heridas.

día festivo El día fue festivo en Afganistán para posibilitar el voto de la población, y, al menos en Kabul, los tenderos echaron el cerrojo y fueron pocos los paseantes que se aventuraron por las calles, excepción hecha de los ubicuos miembros de las fuerzas de seguridad.

Como ya hizo el año pasado, con motivo de las elecciones presidenciales, el presidente afgano, Hamid Karzai, abrió la votación por la mañana en el instituto Amani de enseñanza, cercano a su palacio, y realizó en lengua pastún un llamamiento al voto. "Esperemos, agregó luego en inglés, que haya una alta participación, y que los incidentes de seguridad, ya que habrá algunos, no disuadan a nadie de salir a votar".

En vista de la llamada a la violencia de los talibán, las autoridades afganas ordenaron el despliegue de unos 250.000 efectivos de las fuerzas de seguridad, con apoyo de los 150.000 soldados internacionales desplegados en el país.

Las elecciones suponen una prueba formidable para la fiabilidad del régimen afgano, porque tienen lugar apenas un año después del fiasco de los comicios presidenciales, cuando cientos de miles de papeletas fueron anuladas tras demostrarse falsas.

En los últimos días crecieron de nuevo las voces que denuncian la impresión y compraventa de tarjetas falsas de votantes y es "vox pópuli" en la calle que se están produciendo compras de votos en distintas regiones. "Esperemos que esta vez no haya fraude.