La policía polaca detuvo ayer al líder del movimiento chechén en el exilio, Akhmed Zakayev, acusado de terrorismo y reclamado por las autoridades rusas, que durante la última década han solicitado sin éxito su extradición al Reino Unido, país que le concedió asilo político en 2003. El arresto de Zakayev se ha convertido en un auténtico quebradero de cabeza para el Gobierno polaco, que tendrá ahora que decidir si acepta o no la esperada petición de extradición.