bilbao. La falta de formación específica entre los profesores que se encargarán de llevar a las aulas el Plan de Educación para la Paz y la ausencia del material para desarrollar este mandato parlamentario han sido la cuestionable carta de presentación de esta iniciativa en el inicio del curso escolar.
Ahora, el oscurantismo del Departamento de Educación siembra de dudas el número de centros que están dispuestos a llevar hasta sus aulas el testimonio de las víctimas del terrorismo. Y es que la consejero del ramo, Isabel Celaá, rehusó ayer aclarar esta duda y en su lugar avanzó que el Gobierno Vasco está trabajando en la "sensibilización" de los centros para impartir la materia enmarcada en la asignatura Educación para la ciudadanía.
En esta línea, la dirigente socialista reclamó "un espacio discreto" para que los centros puedan trabajar con los damnificados por la violencia terrorista y, además, avanzó que "nunca" revelará los nombres de los colegios que estén dispuestos a acoger este tipo de charlas para sus alumnos.