EL comunicado oficial que emitió ayer el ministerio del Interior calificó a Ekin como las "entrañas de ETA". El nacimiento de esta organización hay que situarla en el marco de la persecución judicial a la Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS) y el final de la tregua que decretó ETA para favorecer el acuerdo político de Lizarra-Garazi. Es noviembre de 1999 y Ekin celebraa su asamblea fundacional een el paabellón Anaitasuna de pamplona. Semanas antes, con vistas al Guardia Eguna de ese mismo año, aparecen los primeros carteles con la firma de esta organización.

El ministerio del Interior adjudica a Ekin cuatro funciones principales: "participación en la estrategia de ETA"; "dirección superior en la puesta en práctica de métodos de coacción y violencia complementarios a los de ETA"; "dirección e instrumentalización del complejo organización de la izquierda abertzale, actuando como comisarios políticos delegados por ETA"; ejecución y dirección de las estrategias de construcción nacional establecidas por ETA".

Además de supuestas labores de enlace ideológico y políticos entre ETA y la izquierda abertzale, Ekin desarrollaría otras funciones de orden más práctico como las de ayudar a los activistas a huir de la justicia y reintegrarlos en las estructuraas de la organización en Francia; transmisión de directrices y documentos de ETA al resto de organizaciones de la izquierda abertzale; difusión de documentos internos de ETA como los zutabes; o organizar eñl Gudari Eguna, acto de homenaje a los activistas fallecidos que se celebra todos los 27 de este mes.

columna vertebral Los detenidos ayer compondrían la dirección reorganizada tras su ilegalización por parte del Tribunal Supremo en sentencia del 22 de mayo de 2009. El juez Garzón y las Fuerzas de Seguridad del Estado pusieron a Ekin en el punto de mira de sus investigaciones, lo que condujo a la detención, el 13 de septiembre de 2000, de una veintena de personas acusadas de formar parte de la nueva organización. Los arrestados fueron incluidos en el sumario 18/98 y 16 de ellos se sentaron en el banquillo de los acusados. Doce de ellos fueron finalmente condenados por la Audiencia Nacional.

Según la Guardia Civil, la desarticulación de Ekin es de "gran importancia" para ETA y de hecho la califican de "columna vertebral" de la organización armada, en la medida en que su actividad "garantiza que el resto de órganos y partes del entramado puedan funcionar y puedan estar activos". Fuentes antiterroristas aseguran que la misión que la actual dirección de Ekin tenía encomendada era recuperar el control sobre el entorno político, que avanza hacia una estrategia exclusivamente civil.