madrid. El presidente de EEUU, Barack Obama, lanzó ayer un elocuente llamamiento en favor de la tolerancia religiosa, en respuesta a las amenazas de un pastor protestante de Florida de quemar el Corán, que han suscitado la ira del mundo islámico.

En una larga rueda de prensa en la sala Este de la Casa Blanca, en la que abordó asuntos económicos hasta la guerra de Afganistán, Obama dedicó algunas de sus palabras más emotivas a instar a los estadounidenses a no dejar que les separen las diferencias religiosas.

"Tenemos que asegurarnos de que no empezamos a volvernos los unos contra los otros", indicó Obama, que instó por contra a "recuperar el espíritu de unidad" vivido tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.

"Somos estadounidenses que nos unimos contra aquellos que quieren hacernos daño", indicó Obama.

En un momento poco frecuente en él, el presidente estadounidense se volvió introspectivo para revelar que "me apoyo fuertemente en mi fe cristiana para desarrollar mi trabajo" y añadir que por ello entiende "las pasiones que la fe puede generar".

No obstante, subrayó, "también entiendo que la gente puede practicar distintas religiones que no sean la mía, y siguen siendo buenas personas, buenos vecinos, gente que lucha junto a nosotros en las batallas".

"No nos volvamos los unos contra otros. Somos una nación ante Dios, podemos llamarle por diferentes nombres pero seguimos siendo una nación", instó el presidente estadounidense. La rueda de prensa, en la que aceptó un total de trece preguntas, se había convocado para que Obama promoviera sus propuestas contra el estancamiento económico, algo que la Casa Blanca considera vital de cara a las elecciones legislativas del 2 de noviembre.

El presidente comenzó su rueda de prensa con una declaración sobre la situación económica, en la que reconoció que "el agujero que dejó la recesión ha sido enorme y el progreso, dolorosamente lento" y anunció el nombramiento del economista Austan Goolsbee como presidente de su Consejo de Asesores Económicos.

A lo largo de esta semana, el presidente estadounidense ha comparecido en tres ocasiones para hablar sobre la economía y planear medidas de estímulo como desgravaciones fiscales para las empresas que inviertan en nuevos equipos y un conjunto de inversiones en infraestructura por valor de 50.000 millone. "Si ustedes quieren las mismas políticas que nos llevaron a este problema, los republicanos están dispuestos a ofrecérselas. Si quieren salir de ésta, aunque estén frustrados por la lentitud con que salimos, entonces los demócratas tendrán éxito en noviembre", consideró el presidente estadounidense.