madrid. El secretario general de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), Alberto Moya, "cuestionó" ayer la versión del "atentado premeditado" defendida por el Gobierno como la causa de la muerte el miércoles de dos agentes del Instituto Armado y su traductor, y lo enmarcó en una acción de guerra, al tiempo que denunció que los guardias civiles no se encuentran desplegados en una misión humanitaria. "Es una situación de guerra para la que el cuerpo no está preparado, la Guardia Civil no hace nada allí", reivindicó. "La AUGC cuestiona la versión del atentado, creemos que no estamos en un escenario postbélico en Afganistán, sino en un escenario verdaderamente de guerra", dijo. En ese sentido censuró que "ni la seguridad es adecuada, ni la preparación para ese escenario" y recordó que "la Guardia Civil no es un cuerpo militarizado". "Nos preguntamos si estamos ante un acto de guerra, o según se empeña el Ministro del Interior, de terrorismo", añade en un comunicado.
En cualquier caso, aseguró que desde su asociación no pedirán que se depuren responsabilidades ante la posibilidad de que alguien cometiese una negligencia al dejar acceder a la base de Qala e Naw al asesino de los tres españoles. "Es un hecho desafortunado, lo que la AUGC cuestiona es más de fondo: no hay medidos adecuados para repeler una acción bélica", aseveró Moya.