vitoria. De todas las normativas que el Gobierno Vasco registró en su calendario legislativo, sin duda la más relevante de ellas es la Ley Municipal, un texto pendiente desde hace tres décadas cuya aprobación parecía contar esta vez con la voluntad de los partidos y el empeño firme tanto del Gobierno como de la Asociación de Municipios Vascos.
Sin embargo, la búsqueda de un consenso básico entre PNV y PSE en Eudel, primero, y las dificultades jurídicas con que se han topado los técnicos de Lakua a la hora de redactarla correctamente, después, han retrasado su tramitación desde la segunda quincena de junio, última estimación de Lakua, hasta un punto de no retorno.
Las elecciones municipales y forales de la próxima primavera están demasiado cerca como para que el anteproyecto siga su curso al margen de la pugna política, y por ello todo el mundo asume que al menos hasta dentro de un año no se debatirá esta ley, vital para los 251 ayuntamientos vascos.
Lo sentirán los municipios y lo sentirá también el propio Gobierno, que se había fijado la aprobación de esta norma como una de sus prioridades para la legislatura, hasta el punto de que, hasta que surgieron los primeros escollos, era el proyecto estrella del Gabinete de Patxi López.