París. Por todas las esquinas del gimnasio hay colchones y esterillas improvisadas para dormir, y en las porterías de balonmano juegan varios niños. El centro deportivo en la ciudad de Choisy-le-Roi, al sureste de París, es desde hace una semana el refugio "provisional" de unos 76 gitanos de etnia roma. El campamento de los gitanos de Choisy-le-Roi fue desalojado hace una semana, lo mismo que ha ocurrido con otros 50 lugares similares por toda Francia desde finales de julio. Los roma solían buscarse antes un nuevo lugar para acampar cuando eran desolajados de forma similar. Pero Francia tiene ahora previsto acabar con el problema de forma definitiva.

Las primeras repatriaciones se realizarán hoy, cuando 79 gitanos serán enviados a Rumanía. Desde comienzos de año ha habido ya 24 vuelos similares a ese país y a Bulgaria. El regreso es "por voluntad propia", señaló el ministro de Inmigración galo, Eric Besson. Sin embargo, los expulsados recibieron un aliciente de 300 euros por adulto y de 100 euros por cada niño menor de edad. El ministro del Interior, Brice Hortefeux, ha hablado de 700 repatriaciones hasta finales de mes. En cambio, Organizaciones humanitarias acusan al Gobierno de querer manipular las estadísticas, ya que este año se habrían llevado a cabo 30.000 expulsiones. Como ciudadanos de la UE, los gitanos pueden volver cuantas veces quieran a Francia. Pero los roma no encuentran casi nunca empleo. Rumanos y búlgaros deberán esperar todavía hasta 2013 para tramitar un permiso de trabajo en Francia, una autorización que les es negada con el argumento de la alta tasa de desempleo en el país.