vitoria. Si el PNV acepta rebajar su listado de exigencias a Zapatero en la inminente negociación de las cuentas del Ejecutivo central para 2011 en el Congreso, si no se muestra inflexible con el presidente del Gobierno, la tregua firmada el año pasado, que permitió tanto al Gobierno central como al vasco y a las diputaciones evitar la prórroga presupuestaria, puede volver a reeditarse. De no ser así, al PNV "se le puede volver en contra" el poder que le otorgan sus seis escaños en Madrid.
Así lo afirmó ayer el coordinador de la Ejecutiva del PSE, Mikel Torres, quien confirmaba de esta manera lo dicho días atrás por el secretario general del Grupo Parlamentario Socialista en Madrid, Eduardo Madina. Los socialistas vascos respaldan a los madrileños en su pretensión de tomar posiciones ante una negociación, la de la Carrera de San Jerónimo, en la que el PNV tiene la sartén por el mango. Los jeltzales han avanzado que van a pedir más autogobierno y respeto a las listas más votadas en las municipales y forales, sabedores de que Zapatero necesita de sus votos para contar con unos Presupuestos propios en un ejercicio que se prevé difícil.
Torres se encargó de recordar ayer que cuando toque hablar de las cuentas forales serán ellos, los socialistas, los encargados de señalar con el pulgar hacia arriba o hacia abajo, y que en el momento de tomar esa decisión tendrán muy presente lo que suceda en Madrid.
"Está claro que el PNV ha puesto ahora encima de la mesa unas exigencias de máximos", afirmó en declaraciones a Radio Euskadi el portavoz socialista, quien cree que sería "bastante irresponsable" por parte de los jeltzales "poner en cuestión al Gobierno de Zapatero en función de que sus exigencias se cumplan". Irresponsable de cara a la estabilidad del Gobierno, y para los propios jeltzales, cree Torres, a juzgar por sus palabras. "El mismo problema que tenemos nosotros, lo pueden tener ellos", advirtió.
Y una vez dicho esto, el coordinador de la Ejecutiva del PSE señaló que "es complicado que unos presupuestos se negocien en base a más autonomía", una cuestión, afirmó, que no se puede resolver "en un mes". El PSE, dijo, "va a estar a la altura y veremos -añadió- si el PNV lo está".
En su labor de asentar la posición socialista en la negociación del Congreso, Torres, además de tratar de tratar de rebajar la capacidad de presión del PNV, intentó dar una imagen de fortaleza de Zapatero. Así, negó que el presidente esté dispuesto, de entrada, a apoyar las listas más votadas en Euskadi.
El portavoz de los socialistas vascos, por otra parte, criticó que se lancen globos sonda sobre eventuales subidas de impuestos, al hilo de la declaraciones del ministro de Fomento, José Blanco, en las que apuntaba que el Estado español es uno de los que menos presión fiscal ejerce sobre sus contribuyentes. "A los ciudadanos les ponen muy nerviosos los globos sonda cuando no se sustentan en una reflexión", afirmó Torres, quien recordó que el lehendakari ha apostado precisamente por analizar el escenario actual antes de tomar medidas que, eso sí, han de fomentar que las rentas más altas "contribuyan un poco más".
El coordinador socialista se refirió además a una posible legalización de la izquierda abertzale de cara a las municipales, una hipótesis que de momento no baraja, pues "hay movimientos, pero ningún tipo de realidad". De hecho, Torres dijo que la izquierda abertzale ni siquiera "está madura", al igual que la propia sociedad vasca, para abrir los contactos entre PSE que denuncia el PP.
Los populares, sin embargo, insisten en esa idea, como insisten en criticar un posible acuerdo presupuestario en Madrid que beneficiaría a PNV y PSOE y por lo tanto, les perjudicaría a ellos. El portavoz parlamentario del PP, Leopoldo Barreda, recordó ayer que los jeltzales apoyaron la subida del IVA y aseguró que, si el partido de Urkullu "consigue objetivos partidistas", apoyará la subida de impuestos avanzada por el ministro de Fomento.