Vitoria. La ciudad de Melilla se vio ayer desabastecida de pescado, marisco, fruta y verdura durante varias horas debido a que dos colectivos marroquíes impidieron el paso de los camiones que trasladan a diario este género desde el país vecino. Las asociaciones justificaron esta medida en protesta por los presuntos actos violentos de la policía española contra ciudadanos marroquíes y, de paso, reivindicar la pertenencia de Ceuta y Melilla a Marruecos.

Los dos colectivos aseguraron que el bloqueo se volverá a repetir desde el día 18 hasta el 21 de este mes. También impedirán durante dos semanas, a partir del lunes, el tránsito de camiones con cemento y ladrillo, que sí pudieron ayer cruzar la frontera con normalidad.

El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, acusó al Gobierno de Rabat de "magnificar" los incidentes denunciados buscando otros "intereses". Imbroda también lamentó la "falta de contundencia" por parte del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero para responder a las quejas del reino alauí sobre las supuestas agresiones de los policías españoles.

El vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, reclamó "prudencia" a Imbroda y se inclinó por no utilizar "políticamente" esta controversia para no convertir la relación con el país magrebí en una "confrontación partidaria".

El vicesecretario general de Comunicación del PP, Esteban González Pons, acusó al Gobierno de usar al Rey "como su ministro de Asuntos Exteriores", después de la llamada a Mohamed VI, empeorando un asunto que "ya era bastante grave".

El Sindicato Unificado de Policía (SUP), por su parte, denunció la aparición en el paso fronterizo de Beni-Enzar de varios carteles "denigrantes" contra mujeres policías que prestan servicio en este puesto. Las funcionarios se sienten "humilladas" y "criminalizadas" por el cartel, en el que se pueden ver dos manos manchadas de sangre y las fotografías de varios agentes, la mayoría mujeres.