Vitoria. Los socialistas vascos siguen reclamando su cuota de protagonismo ante las negociaciones que PNV y PSOE han emprendido en Madrid y cuyo resultado se conocerá una vez que comience la habitual agitación otoñal entre formaciones, época en la que se deberán concitar apoyos para sacar adelante los presupuestos de cada institución. El consejero de Interior y miembro de la Ejecutiva federal del PSOE, Rodolfo Ares, interpretó las advertencias de Iñigo Urkullu sobre el presunto "sabotaje político" del lehendakari y sus consecuencias para la continuidad de Zapatero como "amenazas" que el PSE quiere cortar de raíz.
Ares ve en la petición de mayor autogobierno y el respeto al Estatuto demandado por el presidente jeltzale una postura "maximalista y partidaria" que frenará, en su opinión, la consecución de acuerdos entre socialistas y nacionalistas. Y es que, según han recordado miembros del PSE, la necesidad de apoyos de Zapatero para cuadrar los Presupuestos Generales del Estado también es patente para la formación jeltzale en las diputaciones forales.
El consejero de Interior y mano derecha de Patxi López, considera que Urkullu "falta a la verdad" cuando achaca al lehendakari la condición de obstáculo para abordar el traspaso de las competencias pendientes. Es más, Ares afirma que el trabajo desarrollado por el Gobierno Vasco en su primer año de legislatura ha estado encaminado a completar las carencias competenciales que presenta el acuerdo estatutario de Gernika, aunque en esta misión aclaró que se han ceñido y lo seguirán haciendo a las competencias "aprobadas en el Parlamento Vasco y no a aquéllas que son frutos de reivindicaciones partidarias del nacionalismo".
A juicio del consejero, la formación jeltzale "no puede darnos lecciones de cómo defender el Estatuto y el autogobierno estatutario, porque ha sido el PNV precisamente quien apostó por desprestigiar el autogobierno estatutario, por la ruptura con el Estatuto que aprobamos mayoritariamente los vascos, calificándolo de Estatuto muerto y apostando por el Plan Ibarretxe y por la consulta autodeterminista para avanzar por el camino de la independencia". Con estas palabras, el titular de Interior ahondó en la respuesta inicial que, a través de la web Irekia, el lehendakari ofreció ante las advertencias de Urkullu. Un escueto mensaje en el que López expuso desde su periplo estadounidense que "las amenazas nunca son bien recibidas en el Partido Socialista", al tiempo que recordó que el "único veto" recibido por el aumento del autogobierno ha sido "el impuesto" por la formación jeltzale.
"contradicción socialista" En este cruce de declaraciones entre miembros del PNV y el Gobierno Vasco, el presidente del Bizkai Buru Batzar, Andoni Ortuzar, se sumó ayer acusando a los socialistas de incurrir en una arriesgada contradicción política al "pedir apoyo al partido que quitaron" del Ejecutivo autonómico.
En una entrevista concedida a la Cadena Ser, Ortuzar indicó que "lo que no pueden pretender" ni Rodríguez Zapatero ni López es que, "en esta película, el único responsable sea el PNV", porque "el que esta necesitado de nuestros votos es el presidente Zapatero y ellos fueron los que tomaron, hace un año y pico, la decisión de acceder al Gobierno Vasco sin atender a los resultados de las elecciones que nos señalaron como partido mayoritario".
Por ello, el dirigente nacionalista insistió en que "son ellos los que ahora tienen que gestionar esas dos situaciones, la necesidad de Zapatero de continuar ahí con la contradicción que supone que ahora le pidan el apoyo al partido al que ellos quitaron del Gobierno Vasco". "Esas contradicciones en política se pagan, la política a corto plazo tiene este tipo de consecuencias y ahora son ellos los que tienen que aclararse".
De esta forma, queda patente las diferentes lecturas de ambos partidos ante el futuro político que se presenta en los próximos meses, ya que en ambos casos se opta por situar la pelota en el tejado del adversario político a la espera de que mueva ficha. Un cóctel delicado en el que cualquier maniobra se mirará con tiento a partir de septiembre ante la proximidad de una nueva cita con las urnas en los ayuntamientos y diputaciones de Euskadi.